Cuatro años y medio de prisión y 10.000 euros de multa, sustituibles estas por dos meses más de prisión en caso de impago, son las condenas impuestas a dos mujeres por tráfico de drogas. Rufina Silva Suárez y Esperanza Jiménez Silva, ambas con condenas anteriores por el mismo delito, iban a ser juzgadas ayer en la Audiencia Provincial por unos hechos ocurridos en octubre pasado, pero evitaron la vista al alcanzarse una conformidad. Ambas reconocieron los hechos que se les imputaban, sendos delitos contra la salud pública (tráfico de drogas), y aceptaron la pena acordada para ellas por el fiscal y su abogado.

El fiscal pedía en principio para cada una de ellas 6 años de prisión y 13.000 euros de multa, pero con la conformidad las condenas, como se ha indicado, quedaron rebajadas a 4 años y medio de prisión y multas de 10.000 euros.

Como también se ha señalado anteriormente, a ambas acusadas le constaban ya condenas anteriores por el mismo delito, por lo que la condena de 4 años y medio de prisión se suma, en el caso de Rufina Silva, a los 10 años a los que ya fue condenada, también por la Audiencia de Cáceres, en mayo de 1999 (a 5 años) y junio del 2000 (otros 5 años). Y en el caso de Esperanza Jiménez, se suman a los 4 años de prisión que, por el mismo delito le impuso, en su caso la Audiencia Provincial de Madrid, en mayo del 2004.

La nueva condena ahora impuesta a ambas se deriva de unos hechos ocurridos en octubre del 2010, tras llevarse a cabo por la policía, con la oportuna autorización judicial, la entrada y registro del domicilio de la ciudad de Plasencia en el que ambas convivían, en la calle Millán Astray, así como en el que situado en esta misma calle "utilizaban para almacenar y ocultar dinero y demás efectos procedentes de la venta de sustancias estupefacientes.

En ellos la policía encontró 61,97 gramos de cocaína y 10,02 gramos de sustancia de corte y diversos utensilios destinados a la venta de drogas, como una báscula de precisión. Hallaron también casi 5.000.000 de euros en moneda fraccionada y, entre otros efectos, diversas joyas y monedas antiguas, dos reproductores de DVD, una televisión y una escopeta de fogueo, "todo ello procedente de la venta de sustancias estupefacientes".