La detención de un menor que hace algo más de un año llevaron a cabo dos policías municipales de Trujillo podría suponerles a ambos la prisión y la inhabilitación para el cargo.

Habrán de decidirlo los magistrados de la Sala Segunda de la Audiencia Provincial de Cáceres, donde M. A. D. P. y O. C. E. serán juzgados el próximo día 7 de junio, acusados de un delito de detención ilegal, por el que el fiscal pide para cada uno de ellos tres años y medio de prisión y nueve años de inhabilitación absoluta para el cargo, y de una falta de lesiones, por la que pide cuatro fines de semana de arresto.

El Ministerio Fiscal solicita además que los acusados indemnicen de forma conjunta al menor, en la persona de su madre, con 6.150 euros --6.000 por el daño moral y 150 por las lesiones ocasionadas--, haciendo responsable civil subsidiario al Ayuntamiento de Trujillo.

Los hechos por los que estos dos policías municipales serán juzgados el próximo 7 de junio tuvieron lugar la noche del 18 de diciembre del 2005. Según recoge el escrito de acusación del fiscal, los agentes se encontraban de servicio cuando, sobre las 03.45 horas, se percataron de que en la calle Ballesteros, cerca de la iglesia de San Martín, había tres personas "que podían ser grafiteros ocasionando daños en el mobiliario urbano, por lo que intentaron interceptarlos, aunque no lo consiguieron".

POR LA FUERZA Lo que sí hicieron los dos agentes acusados, añade el fiscal, fue identificar a un menor que era conocido por la policía local de Trujillo, "al haberse practicado con él una serie de actuaciones relativas a daños en el mobiliario urbano mediante la realización de grafitis y pintadas, amenazas a un agente de la policía local e injurias a los agentes de este Cuerpo", pero "sin que en ese momento ni posteriormente pudieran determinar la autoría de infracción penal ni administrativa alguna".

Tras identificarle, se hace constar en el escrito de la acusación pública, los dos agentes, pese a la negativa del menor, le "obligaron" a subir en el vehículo policial y le llevaron a las inmediaciones del campo de fútbol de Trujillo, donde le "obligaron" a bajarse del vehículo.

Allí uno de los agentes "se puso unos guantes de cuero, le agarró por el pecho y le dijo: ¿tú por qué te metes con la policía?", al tiempo que le decía que él "era el que había hecho unas pintadas que ponían "policía corrupta" y le pegaba con la mano en la cabeza". Posteriormente, concluye el fiscal, "le dijeron que no se volviera a meter con la policía o iba a ser peor la próxima vez", y le abandonaron en el lugar.