Los abogados de un matrimonio cacereño que ayer fue juzgado en la Audiencia Provincial por un presunto delito de tráfico de drogas estiman que no hay pruebas de su culpabilidad. Estos basaron la defensa en algunos errores cometidos en la actuación policial que el pasado 24 de febrero llevó a la detención de José G. M. y Carmen P. R., "fallos que hacen imposible demostrar que ellos sean dueños del piso en que la policía encontró droga y diversos objetos para su preparación y venta y, por tanto, que sean culpables del delito de tráfico de drogas que se les imputa".

Como ya publicó EL PERIODICO el pasado día 7, José G. y Carmen P. fueron detenidos tras el registro que la policía realizó en dos viviendas de la calle Ródano, en la barriada de Aldea Moret. Una de ellas, precisamente donde se encontró la droga, presuntamente adquirida hacia apenas un mes por los acusados.

Pero aunque la anterior propietaria declaró en el juicio habérsela vendido, los abogados de los procesados insistieron en que no hay pruebas de ello, "pues no existe ningún documento que lo acredite". Además, cuestionaron el por qué la policía, "si tenía constancia de que utilizaban dicho piso para traficar con drogas", forzó la puerta para entrar en él en lugar de pedirles las llaves a los acusados o buscarlas en su domicilio, que también fue objeto de registro.

Este hecho fue calificado como "un fallo en la actuación" por uno de los propios agentes que intervino en la misma y que ayer declaró en la vista.

Otro de los fallos que argumentaron los letrados de la defensa fue la "falta de precisión en la obtención de huellas". De hecho, y así se puso de manifiesto en el juicio, la policía no encontró ninguna huella de los procesados en el ´narcopiso´.

EN CONTRA El fiscal estimó probada la culpabilidad de los dos acusados --ambos con antecedentes penales por delitos de narcotráfico-- y mantuvo su petición de 6 años de prisión y una multa de 12.000 euros para José G., y 8 años de prisión y multa de 15.000 euros para su mujer, que el día en que fueron detenidos se hirió al saltar por una ventana para intentar huir, pues estaba bajo orden de busca y captura.

Como prueba de que habían comprado el piso en que se halló la droga el fiscal citó la declaración de la anterior propietaria, asegurando habérselo vendido, y la del marido de ésta, que en su día denunció la venta "porque la hizo sin mi consentimiento", dijo en el juicio. Y como prueba de que lo usaban aportó la cartera que apareció en él con 100 papelinas y la fotografía de una niña "que resulta ser hija de la mujer de un tío de la acusada".