Un guiño a Cervantes y una obra dedicada a los niños, ambas producciones extremeñas, serán las encargadas de clausurar mañana la XXVII edición del Festival de Teatro Clásico. La función infantil El misterio del Caballero de la Mancha , que tendrá lugar a las 12.30 horas en el Gran Teatro, y El licenciado Vidriera , a las 22.30 horas en la plaza de las Veletas --estreno absoluto y el último montaje que se podrá ver en la presente edición del festival--, pondrán el broche a tres semanas de escenografías, textos e interpretaciones.

No obstante, hoy, la Compañía Nacional de Teatro Clásico, junto con la madrileña Kamikaze Producciones, representará su versión de la obra de Shakespeare Hamlet . Así, el Gran Teatro albergará esta noche, a las 21.00 horas, el montaje dirigido por Miguel del Arco en el que el actor Israel Elejalde interpreta el papel de un hombre, príncipe de Dinamarca, atormentado por la muerte de su padre a manos del hermano de éste, que ahora ejerce como rey.

Mañana, El misterio del Caballero de la Mancha , la función de la compañía extremeña Emulsión Teatro, tratará de hacer reír y entretener a "los seres más mágicos que existen: los niños", según apuntó ayer la directora de la obra, Asunción Mieres, durante la presentación del montaje, que tuvo lugar en el restaurante Torre de Sande.

Mieres, que ha creado a dos personajes que viven encerrados en una biblioteca mágica y que, a través de un libro, llegarán a conocer al caballero de La Mancha (Don Quijote), destacó que se trata de una representación que "invita a soñar" y en la que se intenta "descubrir la magia de la lectura". En el montaje, además, se utilizan técnicas del teatro negro, acompañadas con marionetas de tamaño natural.

Por su parte, El licenciado Vidriera narra la historia de un joven hechizado por una mujer que le lleva a la creencia de que su cuerpo está hecho de vidrio. Dirigida por Cristina Silveira, se trata de una coproducción extremeña de Karlik Danza y El Desván Teatro que toma como base la novela corta de Miguel de Cervantes y en la que el flamenco es protagonista. "Muchos de los textos han sido adaptados a los diferentes palos del flamenco", señaló ayer la directora.

Con un "aspecto sonoro muy pulcro", gracias a Alberto Moreno, cantaor cacereño, y Alvaro Rodríguez, compositor de Almendralejo, la obra dramatiza la búsqueda por intentar conseguir una identidad dentro de la sociedad. "Cuando el personaje está con la armadura de la locura se le sigue, se le escucha; pero cuando entra en razón es apartado de la gente", concluyó.

Así, con dos producciones regionales y una versión del clásico Hamlet la presente edición del Festival de Teatro Clásico dirá adiós mañana hasta que la vigesimoctava edición regrese el año que viene. Miles de espectadores han disfrutado de los montajes, así como de los talleres y el recuperado curso de verano, que volvió en la presente edición tras cuatro años de parón.