Santa Lucía ya puede subir a su ermita desde que el propietario de los terrenos, Juan Carlos Caldera, abriera el candado de la valla que impedía el acceso a la misma y que supuso que los vecinos de Aldea Moret estuvieran más de cuatro meses sin visitar a su patrona.

Tras varios encuentros entre el dueño de los terrenos y el párroco del barrio, Miguel Angel González, el primero ha dado su brazo a torcer y ha abierto la puerta para permitir que los vecinos puedan subir por el camino cuando les apetezca, sin necesidad de llamarle con antelación para que les abra el candado.

Con esta decisión Aldea Moret respira tranquila. Sin embargo, aún no se ha decidido si el camino es de uso público o por el contrario pertenece en exclusiva al propietario de los terrenos. El ayuntamiento ya afirmó que defendía el derecho de los ciudadanos a entrar por ese acceso y que, por tanto, existía servidumbre de paso al tratarse de una entrada que llevaba siendo utilizada más de cincuenta años. El gobierno aprobó además en pleno ordenar al propietario la eliminación de la cancela, pero este no lo ha efectuado porque aún está abierto el periodo de alegaciones con las que él intentará convencer al gobierno de que ese camino es de su uso particular. "Estamos esperando a que venza el plazo. Pero tenemos esperanza" explicó el párroco.

Por otro lado, el cura recordó que la antigua propietaria de los terrenos, Telesfora Fernández, prometió que cedería un espacio cercano a la ermita para que los fieles pudieran celebrar sin restricciones una romería que es tradición del barrio desde hace siglos. "De esto todavía no sabemos nada. Se ha quedado aparcado y no se ha vuelto a decir nada", explicó González.

La decisión de la antigua dueña surgió después de que el actual propietario prohibiera la celebración de la fiesta, algo de lo que se retractó después y permitió realizarla pero con la condición de que no accedieran coches, de que no se celebraran babacoas y de que tras el evento todo quedara en perfecto estado de revista.