Los dueños de aquéllos perros que no limpien los excrementos que dejan sus animales cuando los sacan a pasear por las calles y los parques de la ciudad, será penada dentro de pocos meses con multas que pueden alcanzar la friolera de hasta 3.000 euros (medio millón de pesetas), según confirmó en declaraciones a este periódico el concejal de Seguridad Ciudadana y Movilidad Urbana, Santos Parra (PP).

El edil dijo que desde el ayuntamiento se tratará de "aumentar e intensificar" la vigilancia, dotando si es posible de más efectivos a la Patrulla Verde, nueva brigada de la que dispone la policía local, aunque aclaró, eso sí, que antes hay que darle prioridad a otros asuntos de mayor calado, puesto que cada vez son más elevadas el número de funciones que asume el cuerpo policial del municipio cacereño.

Parra, que aprovechó para pedir a la ciudadanía más concienciación y civismo en este sentido --"la gente debe tomárselo más en serio", enfatizó--, recordó que el equipo de gobierno ya ha presentado una propuesta de aprobación inicial del proyecto de ordenanza reguladora de la convivencia ciudadana y de la protección del entorno urbano. En uno de sus artículos se refiere especialmente a los dueños de los perros y pena el vertido de los fluidos orgánicos con multas que oscilan entre los 750 y 3.000 euros, en función de cada uno de los supuestos. El concejal informó de que además de las multas, la ordenanza no descarta que los posibles infractores se vean obligados a desarrollar trabajos en beneficio de la comunidad, como ya está ocurriendo en algunos casos con jóvenes que realizan, por ejemplo, tareas de control de tráfico en el mercado franco de los miércoles.

MAS CONTROL El concejal recordó la importancia de elevar la cuantía de las multas y de intensificar el control. Actualmente, la normativa municipal considera esta infracción como falta leve e impone sanciones de 30 a 300 euros. La propuesta que ahora plantea el consistorio multiplicará por 10 estas penas. Pero Santos Parra la consideró necesaria y aclaró que esta ley, que también vigilará de cerca aspectos relacionados con la contaminación visual como los graffitis , fuegos de artificio, actividades pirotécnicas o tirada ilegal de escombros, está sólo a la espera de su aprobación definitiva para poder proceder a su aplicación.

Los parásitos intestinales de los animales se han convertido en un serio problema para la ciudad, no sólo por las enfermedades que pueden acarrear a los humanos --sobre todo a niños y ancianos--, sino por el coste económico que suponen para el ayuntamiento. Tal como ya publicó en marzo este diario, la empresa concesionaria del servicio de limpieza en Cáceres, Conyser, cuenta con un presupuesto de 85.000 euros anuales para cubrir este servicio. Hay una brigada de tres peones especialistas y tres motocán, vehículos que aspiran una media de 25 kilos de heces caninas cada día. Al año se recogen unas 22 toneladas.