El empresario ganadero Javier Pascual Jiménez, que tiene más de dos mil hectáreas en la zona donde está proyectado ubicar el futuro aeropuerto internacional, mostró ayer su disposición a la venta de parte de sus terrenos para esta dotación. "A ver qué quieren y qué condiciones, y si se tiene que vender, se vende", aseguró ayer a preguntas de este diario. El empresario, que es copropietario junto a su hermano, confirmó que desde hace varias semanas mantienen contactos con "un intermediario", no dijo su nombre, que está interesado por la adquisición de 850 hectáreas de su propiedad, aunque puntualizó que en ningún momento de las conversaciones se ha comentado que quisiese el suelo para un aeropuerto ni que hablase en representación de Caja de Extremadura.

El terreno por el que se ha interesado es el de las fincas de las Canalejas y el Zauzal, según precisó Pascual Jiménez. Las Canalejas y el Zauzal, según la información gráfica sobre el proyecto del aeropuerto, estarían afectadas por la infraestructura aeroportuaria y su zona de influencia.

El empresario comentó que en caso de venta, la intención de la empresa es quedarse con el resto de terrenos, debido a que su pretensión es seguir con la explotación ganadera. Tienen 500 vacas y 4.000 ovejas. La empresa, hermanos Pascual Jiménez, cuenta con un matadero en Muñogalindo, cerca de Avila capital.

Por su parte, José Luis García, que es el propietario de quinientas hectáreas que lindan con las fincas de los hermanos Pascual Jiménez, también confirmó que en las últimas semanas ha recibido llamadas interesándose por la compra de terrenos de su propiedad. El comprador no hablaba de que fuese para un aeropuerto. García, que tiene un millar de ovejas, mostró su disposición a vender toda la finca.