"No nos enteramos de nada. Por la mañana mi madre se pegó un susto de infarto", contaba a este diario un cacereño que sufrió uno de los 22 robos efectuados por los recién detenidos. Vive en la calle La Habana de la barriada de Nuevo Cáceres y prefiere ocultar su identidad. Todavía no se han recuperado del incidente.

Sucedió la madrugada del 29 de julio mientras toda la familia, el padre, la madre y los dos hijos, dormían. Accedieron por la ventana del salón que se encontraba entreabierta y robaron dos bolsos con dinero, algunas joyas de la madre y su alianza.

"No escuchamos nada. De hecho cuando mi madre se levantó tardó en darse cuenta de que nos habían robado. Fue a ponerse su alianza y no la encontraba. Así que mientras la buscaba vio cosas raras. La ventana estaba completamente abierta, teníamos cosas revueltas y le faltaban dos bolsos", comentaba su hijo. Se quedaron sorprendidos ya que con ellos vive un pastor alemán que ladra cada vez que siente a un extraño. "Salí corriendo al patio para ver si estaba y lo encontré adormilado. Estaba muy raro. Se pasó así varios días. Pero ahora afortunadamente ya está bien", sonríe el propietario afectado mientras el perro no deja de ladrar asustado por la presencia de este diario.

Todo parece indicar, según les aseguró la policía cuando realizaron la denuncia, que los ladrones durmieron al perro con un espray para que no se asustase y evitar así que ladrara y despertara al vecindario.

Lograron acceder a otras dos viviendas por las ventanas (en la tercera no lo consiguieron). En una de ellas, la peor parada, desmantelaron todas las habitaciones, ya que los propietarios se encontraban de vacaciones y estaba vacía. "Según he escuchado se han llevado muchas joyas, ordenadores, maletines,... Estaba todo revuelto", explicó el afectado.