Construida entre 1905 y 1910 por Eduardo Gutiérrez, el diseño de la Casa Grande, ecléctico, recuerda a casonas santanderinas. Obra de Francisco de la Pezuela, ganó la Medalla de Bronce de Bellas Artes y en ella residió durante décadas la cacereña Tarsila Torres de Castro. En la actualidad, la unión temporal de empresas formada por Restaura y Arcoex, se encargan de la restauración de la misma para convertirla en sede de la Fundación Helga de Alvear.

Cuando concluyan las obras, la Casa Grande albergará una de las colecciones de arte contemporáneo más importantes del mundo. El centro de artes visuales no solo dinamizará la vida cultural, también la turística.