La delegada de Educación, María Luisa Guillén, se reunió ayer con la dirección del colegio Extremadura y con la asociación de padres para mostrarles el proyecto de la reforma del centro, que costará unos 650.000 euros. Contempla el cambio de la red de tuberías (ha habido dos reventones en las dos últimas semanas, por una de ellas hubo que suspender las clases), la remodelación de la administración y la dirección, cambio de suelos, servicios nuevos y la reordenación del comedor y la biblioteca. Los padres consideran las actuaciones insuficientes y reclaman «una biblioteca en condiciones», un salón de actos, un salón de usos múltiples y un pabellón para poder ampliar las dependencias del colegio, ya que reclaman aulas para tutorías y para clases de desdoble.