Les separan 9.000 kilómetros, pero Las Villuercas están más cerca de EEUU de lo que se imagina. Tanto que pasear por la sierra cacereña es como hacerlo por la cordillera de los Apalaches, situada al este de Norteamérica (desde Terranova y Labrador en Canadá hasta Alabama, en los Estados Unidos). Esto sucede porque hace millones de años Europa y América estaban unidos.

Este hecho ha atraído hasta la mancomunidad cacereña a geólogos implicados en el proyecto del Sendero Internacional de los Apalaches, que llevarán a cabo unas jornadas entre hoy y mañana en Castañar de Ibor y Guadalupe, donde desarrollarán charlas y rutas senderistas. La idea de este colectivo es incluir la sierra cacereña en el recorrido de los Apalaches, que ocupa más de 3.000 kilómetros repartidos por Canadá, Groenlandia, Irlanda, Escocia, España, Noruega, el norte de Europa, Portugal y Marruecos. En todos esos lugares también hay similitudes con las montañas americanas.

Y es que hace casi 500 millones de años Las Villuercas cacereñas y Los Apalaches se encontraban uno al lado del otro, nacieron juntos. Parece más bien un descubrimiento cómico, pero no lo es. En el Paleozoico, América del Norte y Europa formaban un solo continente denominado Laurasia. Es más, si Cristóbal Colón hubiese nacido millones de años antes, probablemente no hubiera necesitado coger un barco para cruzar el charco y descubrir América, porque podría haberlo hecho a pie o a caballo.

Más tarde (hace 65 millones de años) el Atlántico se abrió, lo que supuso la separación de ambas partes de la tierra y la configuración que hoy se conoce de la misma. Fruto de este fenómeno geológico es la existencia de lo que en Las Villuercas denominan paisaje Apalachense. "En la zona de las Villuercas existen unas montañas con una estructura geológica singular, que coincide con los Apalaches. Las montañas tienen relieves suaves con formas redondeadas que se han producido al desgastarse las montañas por la acción del agua y del viento", explicó el director educativo y científico del Geoparque de las Villuercas, Chema Corrales.

Precisamente el paisaje apalachense es uno de los puntos que ha llevado a la mancomunidad a presentar el Geoparque de Las Villuercas a la candidatura para lograr el título de Geoparque Peninsular, que concede la Unesco. De momento la propuesta ha sido admitida, aunque la selección aún está en proceso. "Existe una concienciación en la gente de todo el mundo acerca de lo que supone la sierra de Las Villuercas. El geoparque nos ha dado a conocer a nivel internacional", explicó el director educativo y científico del mismo. Mientras tanto, los cacereños, aunque no puedan pedir la nacionalidad americana, sí tienen la suerte de disfrutar de un paisaje americano sin salir de casa.