El poblado minero y la Ribera del Marco son las dos unidades de ejecución en suelo urbano más importantes que aún no se han desarrollado. La ejecución de la primera, que incluye la construcción de casi 2.000 viviendas, está pendiente de la firma de un convenio urbanístico entre el ayuntamiento y la promotora Pronorba. El texto del acuerdo pasó ayer por la comisión local de Urbanismo, que ha propuesto cambios en el documento presentado por Pronorba.

La ordenación del poblado se complicó con una decisión judicial que eximía a la promotora, que es la dueña del terreno, de la restauración y cesión al ayuntamiento de las antiguas naves mineras. El convenio retoma la idea original de cesión de las naves, necesarias para los proyectos Urban y Alba-Plata, pero a cambio de compensaciones: el ayuntamiento financiaría la ejecución de la zona verde de mayor tamaño prevista en la nueva urbanización y la conexión de la red de saneamiento a la estación depuradora de Aldea Moret. La respuesta de la comisión es que la conexión la haga Pronorba, aunque el consistorio pondría el suelo a disposición de la empresa.

EL EDIFICIO DEL SAN ANTONIO

La Comisión Municipal de Urbanismo acordó ayer iniciar la tramitación para que en el solar que ocupa el colegio San Antonio, el centro escolar se trasladará a la Sierrilla, se puedan edificar un hotel y viviendas. El grupo socialista solicitó más información sobre la propuesta de actuación, presentada por Viassa, para conocer la densidad de edificación pretendida por la promotora.