El ayuntamiento no respaldará los sectores residenciales que estén en terrenos urbanizables no programados si varían el modelo de ciudad que se plantea en la revisión del Plan General de Ordenación Urbana, que está en la fase de redacción previa a su aprobación inicial. Es una decisión que afecta a más de 3.000 viviendas planificadas cerca de La Mejostilla, Aldea Moret, Los Castellanos o Cabezarrubia, aunque la gran mayoría son ya de por sí inviables sin antes reubicar la estación de trenes, que es una de las ideas básicas de la revisión.

El primer paso se dio ayer en la comisión de Urbanismo, que no apoyó la consulta de viabilidad de ejecución de 300 unifamiliares entre Macondo y Las Capellanías. Esta propuesta se rechazó por razones técnicas al no contar con documentación necesaria y porque "se altera el modelo", según explicó Andrés Nevado, presidente de la comisión.

El plan de urbanismo (PGOU) en vigor planifica ocho sectores residenciales en suelo urbanizable no programado. Todos están junto al casco urbano, salvo el Majón, ya autorizado y que está tan lejos que queda fuera de la zona de expansión de la ciudad prevista en la revisión del plan.

Ahora se dan tres circunstancias que afectan a la planificación urbanística de la ciudad. La primera es que todo el suelo urbanizable programado (por donde primero debe crecer el casco urbano) del plan en vigor está en desarrollo, salvo un sector que es inviable. En este suelo se permite una densidad media de 35 viviendas por hectárea, que seguramente es la que se mantendrá en la revisión del plan general.

La segunda es que el consistorio ya está tramitando consultas de viabilidad en suelos no programados, a la del Majón se suma la que se vio ayer en la comisión. Se trata de sectores con una baja densidad, algunos de sólo 8 o 6 unifamiliares/hectárea, y en parcelas con una superficie limitada. La tercera es que se está con la redacción de la revisión del plan general de urbanismo.

La dos y la tres chocan. Si el consistorio autoriza sectores con baja densidad en las zonas de expansión natural de Cáceres, que son los espacios que prolongan el suelo programado y que en parte ocupa el no programado, creará una ciudad poco cohesionada. A esto se suma que el ayuntamiento necesita sectores con una mayor densidad edificatoria para conseguir sistemas generales como los espacios de la Montaña o la Sierrilla que quedarán como una reserva verde.

Para evitar la expropiación (muy costosa para un consistorio), la fórmula es compensar al propietario del suelo no edificable, que el ayuntamiento pretende obtener para uso público, incluyendo sus terrenos en un sector residencial. El consistorio logra el suelo y el propietario participará de los beneficios que generen las viviendas que, por norma, se edifican lejos del terreno verde o público a obtener.

OTRO SECTOR Con la revisión del plan se incrementará la densidad en los suelos no programados. De estos sectores, ya hay uno, además del Majón, en desarrollo. Es el que tiene más pisos por hectárea (26), una cifra que no variaría con la revisión dado que se encuentra en las estribaciones de la Montaña.