El Ejército tendrá que reincorporar a filas a un cacereño, aspirante a soldado, que fue "inadmitido" en la fase de formación para ingresar en las fuerzas armadas "por un problema de salud mental". Y además, le tendrá que abonar más de dos años y medio de sueldo.

Así lo ha resuelto la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJEx, que en la sentencia dictada al respecto da la razón al aspirante a soldado, "que aportó hasta cinco informes médicos sobre la inexistencia del trastorno de personalidad que le achacaba el Ejército, mientras que este apenas presentó pruebas" que demostraran los problemas de salud alegados. Resuelve su derecho a la reincorporación, así como la obligación del Ministerio de Defensa de abonarle las retribuciones que ha dejado de percibir desde octubre del 2009, lo que su abogado, Fernando Osuna, estima que podría superar los 30.000 euros.

El soldado cacereño, de 22 años y cuyo nombre responde a las iniciales F. J. B. T. --prefiere ocultar su identidad por los problemas que se le achacan-- se encontraba en la fase de formación general militar correspondiente al séptimo ciclo de selección del año 2008 cuando fue obligado a dejarlo. El motivo, la resolución del general director de enseñanza del Ejército de Tierra, de fecha 27 de noviembre del 2008, declarando su baja por "insuficiencia de condiciones psicofísicas", al padecer, se indicaba en dicha resolución, "un trastorno o estructura anómala de la personalidad y del comportamiento de adulto incompatibles con la profesión militar".

F. J. B. T. recurrió esta resolución, pero la subsecretaría de Defensa del Ministerio de Defensa, con fecha 16 de diciembre del 2009, lo desestimó y confirmó su "inadmisión".

DERECHO POR JUSTICIA Pero el joven aspirante a soldado no entendía porqué lo rechazaban, a pesar de "estar bien de salud mental", y queriendo "a toda costa" ser militar, decidió acudir a la Justicia. Presentó un recurso contra la resolución de Defensa, que acompañó de diferentes informes psiquiátricos y psicológicos para demostrar que estaba en plenas facultades mentales y tenía una gran vocación militar, y ahora la Sala de lo Contencioso-Administrativo del alto tribunal extremeño le ha dado la razón.

La Sala del TSJEx ha estimado su recurso contra la resolución del secretario de Defensa de fecha 16 de diciembre del 2009, "que anulamos por no ser ajustada a Derecho", se recoge en el fallo, que añade, además, que contra esta sentencia "no cabe recurso".

"Tras tres años de litigios, habiendo intervenido psiquiatras y psicólogos en la contienda, el TSJEx le ha dado la razón, manteniendo que su salud mental es buena y que puede estar perfectamente en las Fuerzas Armadas", hacia constar a este diario "satisfecho" su abogado.

Normalmente, hizo constar Osuna, los tribunales dan mayor valor a las pruebas que presenta la Administración frente a las que presenta el particular, "pues en la Justicia se sostiene el criterio de que los médicos que presenta un particular son menos objetivos e imparciales que los del Estado". Pero en este caso sin embargo, destacó, "el TSJEx ha visto que apenas se han presentado pruebas por el Ejército en contra del aspirante a soldado, y en cambio este, además de presentar muchas pruebas, ha aportado informes médicos que han sido muy convincentes a su favor y en contra de la tesis del Ejército".