El anuncio hace 7 meses de la ejecución de un auditorio en la cantera de Olleta provocó una gran expectación. Pero ahora la ordenación de esa zona se tramitará dentro del global del nuevo plan general de urbanismo y deja la duda de qué va a ocurrir con el auditorio. La decisión es lógica. No tenía sentido que el plan general propusiese una solución para parte de la Montaña, pero no para la cantera (sin entrar ahora en si tiene o no licencia o en la propiedad del suelo de la misma).

Cuando el auditorio de la cantera se presentó faltó información de cómo se financiaba. Había maquetas, dibujos y pocos números. No obstante, los medios informativos dimos por hecho que la ciudad iba a tener el mayor auditorio al aire libre de Europa al estar proyectado y al ser una propuesta del prestigioso arquitecto luso Alvaro Siza. Bastaron las declaraciones de intenciones para la recuperación de un espacio que está degradado, pero faltó el análisis de cómo se sufragaba, que ahora tampoco se podrá hacer al archivarse el proyecto de interés regional que se tenía que exponer al público tras su aprobación inicial. Este es solo un caso más de muchos que se dan. Y es que las cosas no son cuestión de fe, ni de buena voluntad, ni de titulares llamativos, sino de sentido común.