En la capital cacereña hay 11.668 personas en paro. Una de ellas es Carlos Luengo, ingeniero técnico informático de 37 años, que perdió su trabajo de programador en el Aula Mentor de la Junta de Extremadura hace quince meses, tras ocho años de experiencia. Y aunque nunca es un buen momento para quedarse fuera del mercado laboral, Carlos se vio en el Sexpe "en el peor momento de la crisis, porque ahora es muy complicado reengancharse con tantas personas que no tienen trabajo y con tantas otras que aguantan las nuevas condiciones para no irse a la calle".

Carlos se tomó los primeros meses del paro como un trabajo más, es decir, dedicaba la jornada completa a buscar empleo. En este tiempo ha confirmado una teoría: "Antes, el 80% de la contratación dependía de que la empresa te conociera, ahora sube al 100%, es decir, de nada te vale tu esfuerzo si no te conocen". Y ello porque la mayoría de los empresarios tienen antiguos empleados en el paro o familiares a los que dar prioridad para un puesto libre.

Frente a estas complicaciones, Carlos considera que el paro se lleva mejor de forma solidaria. Por ello, la asociación vecinal de la nueva urbanización El Junquillo, en la que ejerce como presidente, ha creado un grupo a través del correo electrónico para que los vecinos tengan acceso a las ofertas de empleo (anuncios, enlaces...). El propio Carlos se encarga de actualizar la información.

"Hay quien puede pensar que es mejor callarse, guardarse las ofertas para uno mismo, pero yo creo que es absurdo, que es mejor ayudarse y superar esta situación entre todos", afirma convencido.