Este joven cacereño, masajista de profesión y músico del grupo Los niños de los ojos rojos , está convencido de que se puede conseguir más bienestar con técnicas de masaje, estiramiento e hidroterapia.

Instrumentos de percusión, masajes... No cabe duda de que te gusta utilizar las manos.

-- La verdad es que sí.

¿Para qué prefieres utilizarlas, para dar masajes o para hacer música?

-- Para ambas cosas.

¿Tienen algo en común?

-- Yo veo en estas dos facetas un arte. Se puede comparar el dar un masaje con hacer un tema, ya que al masajear realizas una serie de movimientos comparables a los acordes en la música. Hay similitudes.

Cuando se toca un instrumento nace la música, cuando se toca un cuerpo, ¿qué se quiere transmitir?

-- En un principio no es qué quieres transmitir, sino saber qué te transmite ese cuerpo, hacer como un diagnóstico para, a partir de ahí, intentar dar equilibrio a articulaciones, músculos...

¿Tanto necesita hoy la gente técnicas de relajación?

-- Mucho. Cada día más, por el trabajo y los hábitos, tanto alimenticios como de todo tipo. La vida moderna nos ha dado, sobre todo, estrés y tensión.