¿Qué le lleva a un niño a vejar con insultos a otro? ¿Cómo se siente un menor al ser humillado por un compañero? La lacra del acoso escolar es necesario erradicarla. Desde el colegio Moctezuma de Cáceres participan en la lucha contra el bullying con un programa que transforma a los alumnos en mediadores de conflicto. La idea surgió el curso 2017-2018 en una reunión de la Ampa con el profesorado y se inició en noviembre de 2018. Su coordinador es Manuel Ángel Atero Fernández, maestro de Educación Física y de Matemáticas.

El proyecto con el nombre ‘Alumnos mediadores’ consiste en que los propios escolares de segundo ciclo se encarguen de solventar los pequeños conflictos que surgen en el patio del colegio de manera voluntaria.

Hace poco más de un mes, con el arranque del curso escolar, fueron dos grupos de cuatro menores los encargados de empezar este año el proyecto. Por el momento no han tenido tiempo de formar el resto de agrupaciones, pero el balance del curso pasado ha dejado unos datos muy positivos. Se formaron 16 grupos de cuatro niños. Tres de ellos realizaron la labor de mediación, de 4º,5º y 6º curso. Mientras que el cuarto componente pertenecía a 3º y colaboraba como oyente. Dos grupos, en suma ocho alumnos, vestidos con chalecos amarillos para diferenciarse del resto de compañeros y que así los niños acudan a ellos con rapidez ante comportamientos violentos que puedan adoptar, se encargan de ser los guardianes cada recreo.

El trabajo de los mediadores consiste en controlar que de 12.00 a 12.30 horas no haya conductas conflictivas entre el resto de alumnos. En caso de haberlas, levantan un acta y se la trasladan a los profesores. A los niños que hayan protagonizado estos conflictos, se les impondrá posteriormente un castigo. Por llamarlo de alguna manera, porque la sanción consiste en que los niños jueguen juntos. Es decir, el castigo es, por ejemplo echar una partida al tres en raya con alguno de sus compañeros. Con esto, el programa busca ir más allá y no solo luchar contra el acoso escolar sino contribuir a la integración social de los más pequeños desde que toman un primer contacto con su entorno, en este caso formado por sus compañeros. Así, ninguno de ellos quedará excluido de los grupos que se formen en clase.

El coordinador califica de «pequeñas» las situaciones de conflicto porque hasta ahora no se ha dado ningún caso de bullying en el centro. Al menos, que el maestro haya tenido constancia. Pero sí se han producido situaciones que más tarde podrían desencadenarlo, como insultos entre ellos. Precisamente este programa lucha para que no se convierta en algo tan grave como es el acoso escolar.

Atero explica que la iniciativa ha tenido una acogida extraordinaria tanto en padres como en maestros y alumnos. De hecho, cuenta que en total fueron 106 mediadores de conflicto el curso pasado y que este año todos quieren serlo.

Los datos recogidos indican que el proyecto ha funcionado, ya que las actas se han reducido significativamente. Durante septiembre de 2018 los mediadores redactaron 44, mientras que en diciembre se redujeron a la mitad, y de enero a junio de este año han bajado de 10 a 6, que es la última cifra que se conoce. Con ello, esperan que pronto el número de actas deje de existir.

Mientras tanto en el patio se sigue respirando tranquilidad y seguridad que hacen posible los héroes sin capa, pero con chaleco amarillo, del colegio Moctezuma, que son los propios niños.