Marcelina Elviro no entregará el acta de concejal al PSOE y pasará a ser no adscrita tras formalizar hace una semana su renuncia a continuar en el grupo municipal socialista por discrepancias con su portavoz Vicente Valle. "No estoy haciendo nada en contra de la legalidad", respondió ayer Elviro a preguntas de este diario para justificar su negativa para devolver el acta de concejal, que logró tras ser incluida en el número cinco de la lista del PSOE en las elecciones municipales del 2011 que encabezó Carmen Heras.

A diferencia de lo que afirmó el pasado viernes, cuando dijo estar dispuesta a negociar su continuidad con Valle, las declaraciones de ayer de Elviro esfumaron esta posibilidad. Aseguró que no tiene previsto reunirse con el portavoz y también secretario general de la agrupación local del PSOE, asumiendo que el 'no' a entregar el acta supondrá su expulsión del partido. "Asumo las consecuencias de mi decisión", afirmó Elviro, que admitió su salida del grupo municipal "está siendo muy dura" para ella tras haber ocupado puestos de responsabilidad en el gobierno local durante la pasada legislatura y llevar 30 años como militante socialista.

Sin embargo, la concejala esgrimió, como principal argumentar para no marcharse del ayuntamiento y continuar como no adscrita, que "quiere seguir trabajando por los ciudadanos". Añadió que "el acta es de la persona y no del partido", en contra de lo dicho por el secretario provincial del PSOE, Miguel Angel Morales, que le advirtió de que, de no entregarla, sería expulsada como marcan los estatutos.

Elviro volvió a reprochar a Valle que "no haya sabido trabajar en la misma dirección" tras asumir la portavocía formando parte de la lista de Carmen Heras. "La responsabilidad de integrar no es mía", apuntó la concejala, que dijo "haberse dejado la piel durante los años que ha formado parte del grupo municipal". En el próximo pleno del 18 de marzo la ruptura quedará consumada de no mediar una monumental sorpresa.