Iñigo San Bernardo, presidente del Polígono Industrial de las Capellanías hasta el pasado septiembre, asistió ayer al embargo de una vivienda de su propiedad. "Es solo el primero, porque en el próximo lote irá la nave de la empresa y el resto de mis propiedades. He tenido mala suerte", lamentó ayer tras ejecutarse el procedimiento. Estas son las consecuencias, según explica, de la "estafa" de una persona que se puso al frente de su negocio en momentos bajos, "y nos hundió a todos hasta que ingresó en la cárcel por otras causas pendientes", explica.

Fundó hace 15 años su negocio, Autoclisa, con 15 empleados, que fue adquirido por un supuesto empresario en los últimos tiempos "y aquello fue el final. Nos estafó, acabó con la empresa y ahora ya está en la calle mientras a mí me embargan mis propiedades, una paradoja", lamenta. De hecho, Iñigo San Bernardo dimitió como presidente del polígono al entender que no podía seguir representando a las empresas.