Se acercó a un anciano en el paseo de Cánovas y durante un tiempo intentó convencerle de que estaba soltera y que buscaba la compañía de un hombre. Llegó a decirle que estaba profundamente enamorada de él. Así consiguió ganarse su confianza hasta que comenzó a hacerle peticiones de dinero. En realidad se trataba de un plan que había urdido con otra persona para robarle. Consiguió quitarle al menos 7.700 euros en varias entregas. Los dos acusados han sido condenados a 18 meses de prisión.