Tumbado en la cama de la habitación 601 del hospital San Pedro de Alcántara, el diestro cacereño Emilio de Justo saborea el triunfo del pasado sábado en Casar de Cáceres, donde cortó cinco orejas en el mano a mano con Jairo Miguel. El precio que tuvo que pagar fue una cornada en el gemelo de la pierna izquierda, con dos trayectorias de veinte y de cinco centímetros. "Estoy bien, pero muy dolorido", explicaba ayer por la mañana, con el semblante tranquilo de quien sabe que ha hecho bien las cosas. Hasta tuvo la valentía de salir de nuevo al ruedo tras ser llevado en volandas a la enfermería.

La cornada le dañó la masa muscular y aún deberá permanecer unos días más ingresado, ya que el torero de Torrejoncillo tiene dificultades para apoyar la pierna. Ayer tenía que ayudarse de unas muletas para poder ir al baño. A pesar de ello, ya estaba pensando en volver a los ruedos para cumplir con sus compromisos, el más cercano, el día 14 en Monroy.

Un buen año

Pero el dolor de la cornada no quita brillo a la gran faena en la plaza casareña ante más de un millar de aficionados. "Fue muy importante. Cortar cinco orejas a una corrida de Victorino Martín no es fácil", reflexiona el diestro, que suma un total de 11 premios en las tres corridas con el hierro de Urcola este año. "Son toros con una presentación para una plaza de primera", subraya.

A Emilio de Justo se le nota satisfecho. "Moralmente estoy muy contento. Ya tengo ganas de torear otra vez. Me encuentro en un gran momento para dar el salto a una feria importante", afirma. Del momento de la cogida, recuerda que ocurrió en un quite por chicuelinas. "Se me quedó muy corto, el toro se revolvió rápido y no me dio tiempo a escaparme", detalla.

Pero la tarde en Casar también le sirvió para reivindicarse. Volver a la plaza de Cáceres es su meta, tras quedar fuera de los carteles de feria este año. "Me gustaría estar de nuevo. He hecho méritos", asegura de Justo, que no sufría una cogida desde hacía cinco años. "Este es el precio que tenemos que pagar los toreros cuando salimos a darlo todo", subraya. Durante su convalecencia ha recibido llamadas de amigos, profesionales y aficionados, a quienes agradece su interés, Es la historia del triunfo y las heridas.