La empresa que ejecutará la obra en el edificio precintado de La Madrila inició ayer las primeras mediciones para acometer la reforma del forjado que se encuentra en mal estado y que ha obligado a clausuar siete accesos desde la pasada semana por falta de seguridad. Técnicos del estudio de arquitectura responsable de la reparación del techo visitaron ayer el espacio precintado y trabajaron para realizar las primeras mediciones del espacio.

Técnicos municipales y del administrador de fincas también trabajan de manera paralela para evaluar si los cimientos del edificio están afectados por el deterioro del recubrimiento del sótano. Del mismo modo, los hosteleros afectados trabajan también en sus informes y esperan reabrir en un corto periodo de tiempo, tal y como confirmó el responsable de Ivanhoe a este diario la pasada semana. Hasta el momento, según detalla un vecino del bloque, la percepción entre los residentes hasta el momento es de «calma». Cabe recordar que el ayuntamiento ordenó el precinto en siete locales, tres de ellos con actividad hostelera -Ivanhoe, Déjà Vu y Velvet-. La decisión se realizó en base a los informes elaborados por los técnicos en el que se señala en una inspección se ha detectado la oxidación de las armaduras de los forjados en una parte de un sótano «propiciado por la falta de mantenimiento», además de falta de ventilación y la humedad.