Un empresario al que la Audiencia Provincial ya juzgó y condenó a principios del pasado mes de enero por un delito de estafa --pagó 41.886 euros por la compra de 50 terneros con pagarés sin fondo--, ha vuelto a ser juzgado y condenado por otro delito continuado de estafa. En esta ocasión abonó con cheques sin fondo 14.358 euros por la compra de 14 añojos y 26.230 euros por la de 26 bovinos.

Así, a la condena de 3 años de prisión y el pago de una multa de 2.730 euros, además del pago de una indemnización de 41.886 euros al propietario del cebadero al que estafó en la compra de los terneros, que la Audiencia impuso ya en enero pasado a Sebastián Tardío Pozo, suma ahora éste otra condena de 3 años y medio de prisión, multa de 2.750 euros y el pago de 40.588 euros en indemnizaciones (14.358 a la empresa a la que estafó en la compra de los 14 añojos y 26.230 euros a la que estafó en la compra de los 26 bovinos).

Los hechos por los que Sebastián Tardío fue juzgado el pasado día 6 y ahora ha sido condenado --por los que se le impuso la primera condena informó este diario en su edición del pasado 9 de enero-- ocurrieron hace casi cinco años. Fue en mayo del 2002 cuando, tras ganarse la confianza del gerente de una cooperativa de cárnicas consiguió que le permitieran llevarse 26 bovinos, por importe de 26.230,70 euros, tras asegurar que los pagaría mediante un cheque, algo que no llegó a hacer, pues en la cuenta no había fondos. La misma operación la había realizado el día antes en otra empresa con la compra de 14 añojos, por importe de 14.358,14 euros.

Por estos hechos, la Audiencia Provincial ha declarado a Sebastián Tardío Pozo autor de un delito continuado de estafa, por el que le impone una condena de 3 años, 6 meses y 1 día de prisión y 9 meses de multa a razón de 10 euros diarios (multa de 2.750 euros), además 40.558 euros en indemnizaciones.