El nuevo propietario de Waechtersbach, Alejandro Rodríguez Carmona, afirmó ayer que "levantar los errores de diez años de mala gestión no se hace de la noche a la mañana, especialmente en un sector tan competitivo". Volvió a mostrar su confianza en los esfuerzos para ganar más clientes en España, EEUU e Inglaterra, y remontar el vuelo. "Si la plantilla cree que alguien que pone 1,8 millones de euros y se juega su tiempo es un inversionista de medio pelo, lo siento, pero tienen que saber que la situación cambió hace años y esto no se recupera en un día. Yo sigo adelante, nadie paga esa cantidad para vender una fábrica", dijo.

Carmona, que afirmó que continúa su lucha "con idéntica ilusión", recuerda a la plantilla "que compartimos el mismo barco". Aseguró que las inversiones están en marcha y hay otras previstas, "pero necesitamos más tiempo". También precisó que la única subvención concedida fueron 105.000 euros de la Junta que aún no se han cobrado, "pero yo sí he invertido ya 300.000 euros".

Agregó que los sueldos son los mismos del convenio nacional, y aseguró que se recuperarán los antiguos salarios cuando aumente la productividad. Por último, reiteró que informa "continuamente" de los pedidos.