La Asociación de Empresarios del Comercio de Cáceres (Aeca) mostró ayer su malestar con la decisión adoptada por el Ayuntamiento de Plasencia de pagarle el billete de autobús hasta Cáceres a los pedigüeños con el fin de erradicar la mendicidad en la ciudad placentina. Los empresarios consideran que el consistorio "se ha quitado de encima el primero de los problemas que la nueva alcaldesa ha tenido que hacer frente, de una manera muy cómoda".

Aeca entiende que la solución no pasa por trasladar a los mendigos a Cáceres y ayer volvió a recordar que en la ciudad los comerciantes se enfrentan también a problemas de mendicidad, aparcacoches o graffiti .

"Lo que no puede ser --dijeron desde Aeca-- es que ahora seamos el destino de los problemas de otros consistorios, que no saben hacer frente a los inconvenientes que les surgen". Y añaden: "Es probable que la nueva corporación placentina pusiera el grito en el cielo si desde Cáceres le enviásemos nuestros problemas y exigiera una solución desde la capital de la provincia".

Pero los empresarios del comercio cacereño fueron más allá y tildaron de "insolidaridad y falta de respeto" la decisión adoptada por el equipo de gobierno de Elia María Blanco, la nueva alcaldesa placentina. Además de a Cáceres, el Ayuntamiento de Plasencia ha pagado billetes de autobús a Béjar y Zamora. La medida se adoptó tras la queja de comerciantes de la calle del Sol.