El proyecto de dotar a Cáceres de una infraestructura aérea básica retoma el vuelo. Tras el parón de los dos últimos años motivado por la crisis económica, que hacía impensable plantear cualquier iniciativa que entrañase un gasto más allá de la estricta necesidad, la Fundación Cáceres Capital vuelve a avanzar en el proceso de creación del aeródromo junto al Hotel Palacio de Arenales, a escasa distancia de la ciudad. Y lo hace porque Cáceres ya es una auténtica excepción al carecer no ya de un aeródromo, sino de un campo de vuelo (los hay por todo el país) donde despegar o aterrizar en caso de emergencia. Y ello sin olvidar las posibilidades que se están perdiendo de cara a la actividad de congresos, al turismo o al desarrollo empresarial.

Pero sobre todo, el aeródromo se relanza porque "es perfectamente asumible", lejos de aquellos proyectos de aeropuertos que tan malos resultados han deparado en los últimos años en otras ciudades. "No tiene absolutamente nada que ver. Hablamos de una instalación sencilla, muy básica, y por tanto sin necesidad de una actividad continua, de vuelos comerciales, de un costoso mantenimiento...", explica Juan Ramón Civantos, presidente de esta fundación integrada por empresarios y profesionales cacereños de amplia trayectoria en sus sectores. De hecho, el proyecto se encuentra ultimado e incluye una pista de 1.200 metros, un hangar, una zona de estacionamiento exterior para los aparatos, área de repostaje y una pequeña oficina para las comunicaciones y el papeleo. Presupuesto: 2,7 millones de euros.

Existe una ventaja fundamental que avala la viabilidad de esta iniciativa: los terrenos serían cedidos por la Fundación Valhondo Calaff. Se trata de la finca Marradas y Cintado, de 266 hectáreas, un emplazamiento muy próximo a la ciudad, en el cruce de la carretera de Malpartida (N-521) con la Autovía de la Plata (A-66). Se trata de un llano sin protección ecológica (única zona del entorno que cumple esta condición), con meteorología favorable, aptitud aeronáutica, buena orografía y posibilidad de una pista ajustada a los vientos predominantes sur-suroeste.

De hecho, el aeródromo cuenta ya con los parabienes de los organismos pertinentes puesto que las gestiones se realizaron desde febrero de 2010, cuando se anunció el proyecto, hasta la primavera de 2012, cuando se estancó. "El expediente está hecho, solo hay que reactivarlo", afirma Juan Ramón Civantos. Falta la parte más crítica y por supuesto esencial: la obtención del dinero necesario, que requeriría un apoyo sustancial de las instituciones. La Fundación Cáceres Capital ya ha solicitado entrevistas con el consejero de Fomento del Gobierno de Extremadura, el presidente de la Diputación y la alcaldesa de Cáceres, a fin de explicarles al detalle un proyecto que consideran "sostenible y sobre todo razonable".

¿Pero para qué un aeródromo? Simplemente para abrir