Las sociedades que han constituido Sacyr y Plymouth Minerals para el desarrollo del proyecto de obtención de carbonato de lirio en Valdeflores abrirán oficina en el centro en los próximos días y trasladarán su sede social a Cáceres. Las dos empresas siguen adelante con el proyecto con independencia de lo que ocurra finalmente con las autorizaciones administrativas sobre las que tienen que decidir la Junta, que es la competente en Minas, y el ayuntamiento y con la declaración de impacto ambiental.

La solicitud de concesión de la explotación sigue en la Junta y está pendiente de informes y de exposición pública, mientras que la modificación del plan de urbanismo, que también se necesita, no saldrá adelante con la actual corporación municipal.

Tres de los grupos políticos municipales (PP, PSOE y CACeresTú) ya han dicho que no respaldarán la modificación del ordenamiento urbanístico porque se causa un impacto en un espacio ambiental aledaño a la ciudad sin que ni siquiera se pueda justificar con la creación de empleo, ya que los puestos directos que se crearán durante la explotación de la mina y el trabajo en la planta de procesado del mineral serán 200 entre el segundo año y el decimosexto, mientras que en los últimos ocho años de la vida útil de la actuación, entre el decimoséptimo y el vigésimo cuarto, se limitarían al centenar de la planta, dado que de la mina se dejaría de extraer material en el año dieciséis.

En cuanto al impacto, uno de los motivos de rechazo es que la sierra de la Mosca sufriría una transformación radical, ya que el hoyo de la mina no se rellenaría, sino que quedaría como un lago artificial con agua del Calerizo y con una superficie estimada de 15 hectáreas (unos 20 campos de fútbol), aunque el ritmo de llenado y la cota final del espejo de agua «se desconocen en el estado actual del proyecto», según se precisa en el plan de restauración. La mina a cielo abierto abarcaría un espacio de 26,5 hectáreas.

Las empresas que se instalarán en el centro son Tecnología Extremeña del Litio y Extremadura Mining, «hay un 90% de posibilidades de que el traslado sea en febrero», según indicó ayer David Valls, representante de Extremadura Mining en Cáceres.

Ambas empresas ya están operando en el centro de trabajo abierto desde finales de 2016 en una de las naves del polígono de Mejostilla, donde se testifican y seleccionan las muestras de mineral recogidas en los sondeos. En este centro hay dos geólogas y operarios. Extremadura Mining se encarga de la recogida de las muestras que se remiten a laboratorios para su análisis.

La inversión necesaria para poner en marcha el proyecto es de 341 millones. Según el estudio de factibilidad, que es de enero, Plymouth Minerals ha incrementado su capital en bolsa en casi 20 millones en base a los resultados de los estudios previos realizados en Valdeflores. La capitalización de mercado, la venta anticipada del mineral, la incorporación de nuevos socios atraídos por la demanda del carbonato de litio para baterías de vehículos eléctricos y el crédito financiero son las principales fuentes de financiación que se manejan.