El terreno del antiguo campo de aviación, que circunda el ferial, ya no es la única alternativa para dotar a la ciudad de un centro de recreo. La Ley de Ocio y Convivencia, que limita el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública, y la falta de ofertas distintas a la plaza Mayor, la calle Pizarro y La Madrila dan como resultado que haya promotores privados interesados en invertir en ocio. El terreno del viejo matadero, noticia que adelantó este diario, y el ferial son dos de las opciones para un centro de recreo, y hay otra alternativa: las 5,5 hectáreas que hasta hace tres lustros ocuparon las instalaciones y depósitos de Campsa, un proyecto que el ayuntamiento respaldaría.

El alcalde, José María Saponi, habló ayer, en el acto de presentación de la candidatura del PP a las elecciones municipales, de dos proyectos que están sobre su mesa "para hacer dos parques de ocio", uno en el ferial y otro en el viejo matadero. Las 3,2 hectáreas del recinto del matadero, situado junto al Carrefour, tienen una calificación urbanística que permite la ejecución de establecimientos públicos para actividades recreativas, pero el alcalde se refirió ayer a "un cambio de uso" urbanístico y habló "de una instalación de recreo, pero también de comercio". El comercial no se incluye entre las utilidades ahora permitidas en este terreno, que además tiene una edificabilidad limitada que no puede superar los 20.000 metros cuadrados construidos. Sobre este proyecto, Saponi añadió: "De lo que se trata no es de hacer un sitio ruidoso, sino de instalaciones fijas y además interiores".

TIPO LA VAGUADA Y EL VIVERO

El proyecto presentado para el matadero podría ser parecido al modelo de centro de recreo de La Vaguada, en Madrid, con distintos usos, entre los que se incluye el comercial. El terreno tiene cuatro propietarios, el mayoritario es el ayuntamiento, y ya se intentó vender, aunque la subasta quedó desierta. La opción ahora, dado que hay empresas interesadas, podría ser la enajenación del solar, que salió a la venta por 3,7 millones, con un procedimiento negociado y contactando con los posibles interesados.

Además de esta iniciativa, empresarios locales y los propietarios de las 5,5 hectáreas que ocupó Campsa, que están junto al Pasarón y que ahora pertenecen a una empresa unipersonal del grupo Pitarch, han mantenido un primer encuentro para realizar en estos terrenos, que están cerrados, próximos a la ciudad y sin viviendas cerca, un centro de recreo con restaurantes, locales de ocio, bolera, multicine y negocios de servicios. Este proyecto, que cuenta con el beneplácito del ayuntamiento, necesitaría para su ejecución de una modificación del uso urbanístico del terreno.

A estas actuaciones se suma una cuarta: la creación de un espacio para fines de recreo en el Vivero, que ya está consolidado.