Detrás de Ecommerce & Digital Agency está Luis Galán, un cacereño con familia de Montánchez que atraviesa una situación cuanto menos singular. Su empresa, con sede en Cáceres, se dedica al comercio electrónico y al márketing digital en China, país en el que lleva residiendo diez años y al que llegó con una beca de La Caixa.

La circunstancia es que en diciembre, Luis, junto a su mujer y su hija, regresaron a Madrid para celebrar la Navidad y el Año Chino en España. Les pilló aquí la crisis del coronavirus y ahora, pese a ser residente en el país chino y tener allí su filial, les impiden volver. «Venía para dos meses y ya llevo casi seis aquí», explica el empresario.

«Estoy confinado en Madrid, trabajando desde casa. Lo mío es un trance curioso, el de una empresa de Cáceres, con oficina en China, y yo, que soy el representante legal de la empresa no puedo entrar. Tenemos unos empleados, tenemos contratos, clientes, todo funcionando... Soy un ciudadano más de los muchos que se han visto atrapados con esto de la pandemia», dice el cacereño.

Asentados en Weihai, en la provincia de Shandong, la firma tiene 30 empleados. Este equipo operativo presta servicios a muchas marcas españolas en el mercado chino. Su posición es estratégica, está frente a la península de Corea, cuya ciudad más cercana es Seúl, en una zona franca de comercio electrónico, eje entre China, Corea y Japón.

Además de venta online, se dedican a la inteligencia de negocio, análisis de datos y también a contenidos en redes sociales para marcas españolas sobre todo. «Tenemos tres departamentos fundamentales, el de contenidos, el de márketing digital y el de venta online. Esas 30 personas están a tiempo completo».

La filial también se ocupa de dar soporte a las exportaciones de empresas españolas. «No hemos tenido que hacer ERTE, contamos con cuatro empleados en España, y la venta online está tirando bien, de manera que el ERTE no estaba justificado. En nuestro caso estamos ganando clientes y negocios en estos momentos, por tanto la previsión es que la firma va a crecer en cuota de mercado».

En cuanto a su valoracíón sobre las medidas adoptadas por China durante la crisis, Luis indica que «han sido muy extremas. Han sido muy agresivos y efectivos cortando el virus, aunque aquí en España, la gente ha sido muy respetuosa con las normas».

En cuanto a las medidas económicas, razona que «lo positivo como empresario que tiene una empresa aquí y otra en España es que allí, en vez de dejar que nos endeudemos, que es lo que han hecho aquí, nos han cortado impuestos. El enfoque chino ha sido mucho mejor. Nos han cortado los pagos a la Seguridad Social y esto es un ahorro del 30% de los costes laborales. Han dado vacaciones forzadas y descuentos de las cuotas de la Seguridad Social en vez de Ertes, y créditos. En mi opinión, la reacción económica ha sido mejor».

La respuesta sanitaria también la alaba. «Ellos han conseguido aislar el virus en una región, lo que considero un éxito por su parte. Debemos aprender de ellos, es un país bastante orgulloso de sí mismo».

Entretanto, Luis y su familia siguen atrapados. «Es curioso teniendo en cuenta que tengo unas obligaciones fiscales y laborales con clientes y empleados y el Estado no me deja entrar. A lo mejor podría acudir a un proceso de ‘persona indispensable’, si es que así me considerara el gobierno local. Pero si volviera tendría que cumplir una cuarentena de 14 días, que además no está muy claro. No se sabe si me tocaría donde hago escala, si en la ciudad de destino, una cosa muy incierta a nivel logístico y personal . Y quiero esperar», añade.

Ahora la ilusión pasa porque su empresa crezca, genere empleos. «Y viendo esto como una oportunidad para el negocio, puesto que somos socios de las principales plataformas electrónicas en China».

Luis aprovecha para realizar una pequeña reivindicación y llamada: «En esta economía de lo global, Extremadura se puede posicionar teniendo fuera la empresa, pero su sede aquí y como campo base para trabajar en el mundo». Se refiere, por ejemplo, a las ayudas de 10.000 euros que la Diputación de Cáceres está otorgando para comprar una casa, a fondo perdido, a quienes tengan cinco años de residencia en el pueblo. «Aquí hay una oportunidad para Extremadura si la jugamos bien. Ojalá la Junta articulara esto para que más personas que pueden teletrabajar terminen viniéndose a nuestra región».

Luis concluye que su caso «no es de los más dramáticos. Tampoco podemos visitar a mi abuela en Montánchez. Pero afortunadamente sobreviviremos y otros no tendrán tanta suerte».