El concurso nacional de saltos arrancó ayer en el recinto hípico y congrega este año a 70 jinetes y a más de un centenar de caballos. El certamen, el más antiguo del país, cumple 76 años y lo hace, del mismo modo que en 2018, sin las apuestas tradicionales. Cabe recordar que la Junta las prohibió el año pasado porque no se ajustaban a la ley y este año, a pesar del esfuerzo municipal, finalmente no se han concedido los permisos necesarios y no podrán realizar «por cuestiones técnicas». Ayer, en la presentación del concurso, el concejal de Deportes, Pedro Muriel, volvió a reiterar que «la Junta pretendía crear una verdadera casa de apuestas en el hípico». Compareció el edil con el responsable de la empresa Endurance Team, Manuel Rodríguez, que también se pronunció al respecto y consideró que la ausencia de las apuestas hípicas, muy arraigadas entre el público que asiste al concurso, resta público. «En cualquier región se pueden realizar este tipo de apuestas, en España tendríamos que ser todos por igual», lamentó. En cuanto a los premios, se repartirán 22.000 euros y el de más cuantía, el Gran Premio Ciudad de Cáceres se disputará, como siempre, en la jornada del domingo y el ganador se embolsará 2.000 euros.