La Junta de Extremadura rectifica y los bares de copas podrán abrir, tengan o no terraza en el exterior, hasta las 01.00 horas y con las mismas restricciones que el resto de establecimientos de hostelería (en la capital cacereña afecta a los que tienen licencia de bar especial, ubicados la mayoría en la Madrila Alta y en la calle Pizarro). Las discotecas, salas de baile, cafés teatro, cafés concierto y salas de fiesta solo podrán retomar su actividad si tienen la posibilidad de poner terraza al aire libre, aunque solo se les permitirá funcionar también hasta la una de la madrugada.

El Gobierno regional ha flexibilizado la primera resolución dictada ante la evolución de la segunda ola del coronavirus, que obligaba a cerrar a todos estos negocios tras el acuerdo alcanzado entre las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad. La modificación se publicó el viernes en el Diario Oficial de Extremadura (DOE), por lo que desde ayer han reabierto muchos de los establecimientos que se vieron obligados a echar el cierre el jueves. Otros, sobre todo los que carecen de terraza, han preferido permanecer cerrados. Estos consideran que no pueden mantenerse con las restricciones que es necesario cumplir en el interior: Distancia de seguridad, lo que obliga a reducir el aforo, y la hora de cierre.

«En realidad esta resolución aquí en Cáceres afecta a toda la hostelería porque en verano todos somos ocio nocturno», reconoce José Parodi, responsable de Mastropiero, en la calle Pizarro, donde, con la nueva modificación, todos los establecimientos pueden mantenerse abiertos. Parodi se refiere sobre todo a la limitación en el horario, que obliga a todos los establecimientos de hostelería y restauración a bajar la persiana a la una de la mañana, con la prohibición de aceptar clientes a partir de medianoche. En una ciudad como Cáceres (en realidad en toda la región extremeña), donde en verano se soportan altas temperaturas, los vecinos suelen salir de sus casas una vez que cae el sol, por lo que los empresarios comienzan a recibir clientes a partir de las 22.00 horas. Según esta normativa solo tienen un margen de dos horas para trabajar. Por esta razón algunos han decidido no reabrir sus puertas.

«Es muy dañino»

«Este tipo de ordenamiento a nivel nacional es muy dañino porque Cáceres no se puede comparar con el País Vasco, por ejemplo, aquí en verano nadie va a una terraza o a un bar a las seis de la tarde, la gente sale a cenar y luego se toma una copa, pero no antes», explica. Según sus cálculos, con esta resolución a los bares de copas les quitan el 50% de su actividad habitual porque pasan de poder trabajar cuatro horas, desde las deiz de la noche (cuando llegan los primeros clientes) hasta las dos; a hacerlo solo dos horas (desde las diez hasta medianoche, cuando pueden recibir al último cliente). «No sé lo que vamos a poder aguantar. La gente está muy preocupada y muchos hablan de ruina, pero no solo los de los bares de copas sino también los restaurantes», añade Parodi. En su caso, Mastropiero continúa abierto porque tiene licencia de restaurante, aunque solo se puede acceder a la zona de terraza, el interior está clausurado.

Este empresario advierte además de que la situación empeorará cuando termine el verano. «Cuando terminen las terrazas empezará lo peor porque los bares no pueden mantenerse con tan poco aforo si hay que garantizar la distancia de seguridad, a lo que se suma que la gente tiene miedo de entrar en sitios cerrados. Estamos en un pozo pero sin fondo», alerta Parodi.

En el caso de las discotecas cacereñas tendrán que permanecer cerradas (salvo Zrrcus, en el hotel Extremadura, porque tiene terraza). La nueva flexibilización sí permite, en cambio, mantener su actividad a la terraza del recinto Hípico, pero también tendrá la obligación de cerrar a la una de la madrugada.