Los maridos estorban mucho en casa sobre todo si están jubilados. Entran en el cuarto de baño a afeitarse precisamente cuando se ha arreglado. Ni antes ni más tarde. Atraviesan el pasillo cuando está recién fregado. Tienen que ver el tour a la hora de la novela y el fútbol casi todos los días. Yo creo que sus esposas los envían a hacer recados para echarlos de casa durante unos minutos, no muchos que luego se acostumbran a ir solos, y que las dejen tranquilas. De ahí que se les vea con una bolsa en la mano con mucha frecuencia. Antes te decían: "Es que me dedico a la bolsa". Pero como eso está ya muy oído ahora te dicen: "Es que trabajo en IBM". "Y veme..." "Y veme..." Menos mal que se lo toman a broma. A mi me surge la duda de si estas tareas son encargos o "mandaos" Yo creo que son "mandaos". Porque los encargos siempre requieren el consentimiento implícito o explícito del encargado. "¿Me puedes hacer tal encargo?", y por lo tanto puedes renegar de él pero los "mandaos" no admiten negaciones por más que vayan en contra de tus intereses y deseos. No será necesario aclarar que tampoco admiten ni siquiera dilaciones. Claro que tienen una ventaja. No se sabe por qué pero el caso es que el "mandao" siempre está cerca del lugar por donde ibas a ir. Todo te coge de paso. ¿ Es bueno cumplir los "mandaos"? Depende. Si quieres mantener una cierta paz matrimonial no solo debes cumplirlo sino esmerarte en ello y procurar no errar en lo que debes comprar, que siempre se te olvida lo más importante, sin pensar en las consecuencias que pueda tener porque el primer " mandao" del que tengo noticias se lo endosaron a Adán cuando su esposa le dijo: " Tráeme unas manzanas" y fíjate las consecuencias que ha tenido. Ahora supón que en lugar de una manzana hubiera llevado plátanos o kiwis. Probablemente nosotros viviríamos sin pecado y sin trabajar pero la bronca que hubiera recibido el pobre Adán habría sido épica.