No está el cartel de la puerta con imágenes de las raciones, ni tampoco el que muestra la relación de platos combinados, solo un portón negro, cerrado a cal y canto. El mesón El Encinar cumplió el lunes lo que vaticinaba desde hacía meses su propietaria y confirmó hace unas semanas a este diario, y cerro sus puertas, al menos hasta que terminen los trabajos con los que su negocio se ha quedado aislado, con un único acceso a través de los adarves y el arco de La Estrella.

"El lunes ya no hemos abierto", afirmaba ayer al otro lado del teléfono Inmaculada Arroyo. Su futuro inmediato pasa por acudir a la Agencia de Desarrollo Local, para ver si pueden ofrecerle alguna línea de ayuda que le permita paliar el golpe de las pérdidas que acumula y a las que se unirán ahora las derivadas de mantener su negocio cerrado al menos durante los dos meses que faltan para marzo, fecha en la que está previsto que terminen los trabajos, según el compromiso adquirido por el gobierno local con los empresarios de la plaza. "Mucha ayuda tienen que ofrecerme allí para que me compense abrir las puertas de nuevo antes", afirmó.

Otros establecimientos de la plaza Mayor anunciaron a comienzos de año cierres como consecuencia de las obras, entre ellos la tienda de regalos La Cigüeña, que también prevé cerrar si no se cumple el plazo de ejecución previsto.