Encuentran un galgo agonizando abandonado en una finca junto al camino que llega al depósito de agua de la Sierrilla. Tenía signos de haber sido apaleado en la cabeza, que estaba totalmente ensangrentada. El caso fue denunciado ayer por el Refugio San Jorge (perrera municipal) a través de las redes sociales. El animal, con poco más de un año de vida, falleció a las pocas horas.

Fue hallado por una pareja que paseaba por la zona, que puso en conocimiento de lo sucedido al Refugio San Jorge. Enseguida acudieron al lugar y consiguieron rescatarlo. Lo trasladaron al Hospital Clínico Veterinario, donde intentaron curar sus heridas. Presentaba un trauma craneal severo del que no ha logrado recuperarse. A las pocas horas tuvo que ser sedado para dejarle morir. Se desconoce el objeto con el que fue golpeado, aunque los veterinarios que le atendieron señalan que debe tratarse de algo plano y contundente pero no punzante, como un martillo.

Desde el Refugio San Jorge creen que quien lo abandonó lo hizo porque no «le servía para la caza» y quiso deshacerse de él de una manera premeditada. Esto es así porque antes de maltratarlo de esa manera el agresor le arrancó el microchip para que el autor y probablemente dueño de animal no pudiera ser identificado (el microchip contiene los datos tanto del perro como del propietario del mismo).

El Refugio San Jorge pubicó el trágico suceso en su perfil de Facebook y en pocas horas había sido compartido casi 400 veces y tenía más de 360 comentarios. El colectivo intenta ahora que se investigue el caso con el objetivo de encontrar al autor de la brutal paliza y que sea condenado.