Enfado entre los empresarios de la zona de Alzapiernas por un nuevo parón de las obras de la calle. En realidad no es una nueva paralización, sino que nunca llegaron a retomarse. A finales de enero los operarios encontraron en el terreno una canalización antigua, lo que obligó a informar a la dirección general de Bibliotecas, Museos y Patrimonio Cultural de la Junta de Extremadura para que la estudiara.

Mientras el hallazgo se documentaba fue necesario paralizar la obra, desde el 31 de enero hasta el 13 de febrero. Ese día regresaron los operarios, acompañados de una arqueóloga que acudió a inspeccionar la zona. El ayuntamiento dijo entonces que se habían retomado los trabajos aunque en realidad lo único que se hizo fue abrir una zanja para poder dejar al descubierto la canalización. Una vez hecho esto los trabajos han vuelto a pararse y no podrán reanudarse hasta que la Junta de Extremadura emita una resolución concediendo el permiso para ello, en el que detallará las directrices sobre cómo actuar con el hallazgo, que data de principios del siglo XX.

«No es que se hayan vuelto a parar, es que no se han reanudado nunca. Aquí no hay ningún obrero», protesta Santiago Guerra, de Los Ibéricos. Esta situación les está provocando pérdidas de hasta un 75%, llegando días a hacer cero euros de caja. «La empresa ha ido directamente a la Junta para que les dieran la notificación y poder seguir con las obras pero les dijeron que no se la pueden dar porque aún debe firmarla la dirección general», indicó ayer el concejal de Fomento, Víctor Bazo. El ayuntamiento insta así a la Junta de Extremadura a que agilice dicha resolución.

Finalmente la reforma no estará terminada en Semana Santa, por lo que el ayuntamiento habilitará una pasarela que permita el acceso de peatones por la vía de forma provisional. «Es el principal acceso del turismo a la parte antigua y está cerrado, nosotros no queremos una pasarela, lo que queremos es que se termine la obra», protesta Santiago Guerra.