El personal sanitario que atendió a la mujer que se precipitó por una ventana del hospital San Pedro de Alcántara el pasado mes de enero asegura que actuó según los protocolos y no se explica cómo la mujer pudo levantarse de la cama y arrojarse al vacío.

La mujer tenía 77 años e ingresó en el hospital con una meningitis que le provocaba alucinaciones, por lo que precisaba atención las 24 horas del día. Los familiares denuncian precisamente que los facultativos no estuvieron pendientes de ella y les acusan de un homicidio imprudente.

Ayer comenzaron las declaraciones en el Juzgado de Instrucción Número 1, que se encarga del caso, una médico, dos enfermeros y un técnico en cuidados auxiliares en calidad de imputados por un delito de homicidio imprudente. También ofrecieron su versión de los hechos dos familiares de la mujer fallecida pero ellos lo hicieron como testigos.

Según indicaron los facultativos el día en que la mujer se arrojó por la ventana la habían sujetado a la cama con un cinturón de seguridad que solo puede desatarse con una llave y le ataron las manos también a la cama con unas vendas, ya que en ese momento no había en la planta muñequeras de sujeción. Además le administraron calmantes que inhiben la actividad motora.

No se explican cómo la fallecida pudo quitarse todos los elementos de sujeción, levantarse, abrir la ventana y precipitarse por ella. «Les parece mentira que haya podido levantarse, no se lo explican porque todo estaba bien atado. Lo que imaginamos es que la mujer, que era muy menuda, se pudo escurrir por abajo», afirma el abogado del sindicato de técnicos en cuidados auxiliares de enfermería, Antonio Rubio, que defiende a una de las imputadas.

POCO PERSONAL / En la declaración han puesto de manifiesto, además, que ese día estaban dos enfermeras y dos técnicos para atender a los 30 pacientes que había en la planta, la cuarta.

Por su parte los familiares (sobrinos de la mujer, ya que no tenía hijos) aseguraron que la cuidaron en todo momento, salvo ese día, que tuvieron que ausentarse. Antes avisaron a los facultativos para que estuvieran pendientes de ella. El abogado que los defiende, Daniel López Vivas, solicitará más pruebas para conocer qué ocurrió porque la versión del personal sanitario es «totalmente inverosímil».