Los enfermos de cáncer podrán recibir radioterapia por primera vez en un hospital público el próximo mes de noviembre. En los próximos días comenzará a funcionar el acelerador lineal donado por Amancio Ortega, que permitirá ofrecer estas terapias a los pacientes oncológicos del área de salud de Cáceres en el hospital Universitario. Hasta ahora, a los cacereños con algún tipo de tumor que precisan de este tratamiento se les suministra a través de una clínica privada, con la que el Servicio Extremeño de Salud (SES) tiene un convenio de colaboración; o son derivados a otras comunidades autónomas cercanas, como Castilla y León, Madrid o Andalucía.

El SES no concreta la fecha exacta en la que se dará la primera terapia pero asegura que será durante el mes de noviembre, tal y como estaba previsto en un principio; por lo que no se verá afectado por la evolución del coronavirus (al menos hasta ayer, porque la situación cambia cada día). Cabe destacar que la gerencia del área de salud de Cáceres no se ha visto obligada, por el momento, a detener la actividad asistencial porque los datos de la presión hospitalaria continúan siendo bajos, en comparación con otras zonas como Mérida, Llerena y Coria.

El equipo, de última generación, fue adquirido gracias a un convenio firmado entre la Junta de Extremadura y la Fundación Amancio Ortega y ha costado 3,68 millones de euros. El contrato exigía que tenía que estar instalado en el mes de marzo pero la crisis del coronavirus retrasó los plazos y no consiguió colocarse hasta el pasado mes de junio. Con este convenio, que asciende a un montante total de 12,3 millones, se han comprado además otros tres aceleradores lineales que estarán ubicados en Badajoz, Mérida y Plasencia, pero el de Cáceres es el primero que se instala. El que coloque en Badajoz sustituirá a uno de los actuales (tiene dos) porque se ha quedado obsoleto. Y para cambiar los de Mérida y Plasencia se construirán nuevos búnkeres.

YA SE HA CALIBRADO

El aparato se instaló en el hospital universitario hace justo cuatro meses. Durante este tiempo se ha sometido a las labores de calibración necesarias para conseguir la autorización de Seguridad Nuclear, imprescindible para poder utilizar este tipo de equipamiento. Con su puesta en marcha se abrirá también el hospital de día de radioterapia, donde estarán ubicados los servicios de Radiofísica y Oncología Radioterápica. Los profesionales que se encargarán de atender estas áreas han sido formados también durante estos meses.

Se trata de una máquina de última generación que ofrecerá tratamientos únicos en la región y va a permitir tratar tumores en estadíos mucho más precoces (con un tamaño más pequeño). Además dará la posibilidad de suministrar tratamientos menos invasivos (con menos dosis), porque es más preciso también en la cantidad de radiaciones. Y permitirá localizar de forma más concreta el tumor, porque está preparado para combinar imágenes de TAC y de ecografías. Esto último va a posibilitar que se radie en un espacio más preciso el tumor y atacar únicamente las células malas. Según los cálculos que ofreció Sanidad en junio, cuando se instaló el nuevo acelerador, podrá radiar a unos 500 pacientes al año.