Catorce años de prisión, 200.000 euros de indemnización para la mujer y los hijos de su víctima y la prohibición de residir en Losar de la Vera en 10 años son las penas que el fiscal solicita para E. M. M., el losareño que hace un año acabó con la vida de su convecino R. A. P. La defensa, por su parte, pide la libre absolución alegando que al cometer el delito "el acusado actuó en legítima defensa e impulsado por un miedo insuperable".

El fallecido, como ya publicó EL PERIODICO cuando ocurrió la tragedia y ahora recuerdan tanto el fiscal como el abogado del acusado en sus escritos de calificación de los hechos, había sido condenado anteriormente por una infracción de vejaciones con una multa y la prohibición de acercarse al acusado y su mujer, por haber acosado a ésta y realizar llamadas a su domicilio. Por esta razón, homicida y víctima se encontraban enemistados

El trágico suceso que acabó con la vida de R. A. P., y por el que E. M. M., acusado de un delito de homicidio, será juzgado, por un jurado popular en la Audiencia Provincial, ocurrió la tarde del 25 de agosto del año 2005. Sobre lo ocurrido discrepan claramente fiscal y defensa.

LAS VERSIONES Según la calificación que de los hechos hace el fiscal, el día del suceso, sobre las 18.30 horas, el acusado paseaba a su perro por la calle Venero, "pese a ser consciente de que a esas horas solía pasar en su automóvil por esa zona R. A. P.". Así ocurrió. R. A. se detuvo y se dirigió desde el interior a E. M., que desde el exterior "introdujo sus brazos en el vehículo y provisto de un cuchillo de 14 centímetros de hoja comenzó a golpear con él en la cabeza de R. A., al que posteriormente cogió por el cuerpo y le sacó por el hueco de la ventanilla". Ya en el exterior, y tras un forcejeo, añade el fiscal, "el acusado consiguió imponerse, se colocó sobre su víctima y descargó sobre él hasta un total de 16 puñaladas". Después, llamó al cuartel de la Guardia Civil para informar que había matado a un hombre.

La defensa, por su parte, mantiene que R. A llamó desde su vehículo a E. M. "y cuando éste se acercó, sin apercibirse de las verdaderas intenciones de R., para pedirle que cesara en su actitud de acoso y amenazas, R. cogió un cuchillo que llevaba en el coche y acometió con él a E.". Este, "preso del pánico, intentó arrebatárselo, y al no impedir que R. persistiera en su intención de acabar con su vida", el acusado, mantiene su abogado, "se vio obligado a repeler el ataque produciendo varias heridas con el cuchillo a R., que le produjeron la muerte".