Es estudiante y toca el bajo en Ilex, un grupo de música que comenzó a ensayar hace cinco años y acabó estableciéndose como grupo en el 2010. José Antonio Ollero tiene 24 años y lleva desde los 14 ensayando con otros tres amigos que conforman la banda hoy en día.

Al principio lo hacían en sus domicilios, pero aquella etapa no duró mucho. "Rotábamos cada semana, íbamos a Moctezuma, Gil Cordero, al Residencial Princesa... pero eso no podía seguir porque los vecinos se quejaban y llamaban a la policía. Es normal y lo entiendo, si metes una batería en una casa para el vecino de al lado es como estar en un concierto". Tras la maqueta, sacaron su primer disco en 2012, Quercus , y en estos momentos preparan el segundo, grabado en el polígono ganadero, su último local y el mejor que han encontrado. "Una especie de fábrica acondicionada acústicamente y con aire acondicionado".

Un lugar idóneo, aunque no siempre ha sido así. "En Cáceres centro no hay locales habilitados para ensayar y desarrollar tu música". Por ello, Ilex tenía que cambiar de local cada pocos meses. "Estuvimos también en la Charca Musia un año y pico compartiendo el local de Los niños de los ojos rojos". Y aún faltaba otra mudanza . Tuvieron que dejar la Charca Musia y trasladarse a una perrera donde aguantaron dos años y medio. "Era una perrera que estaba en activo. Ensayábamos con los perros encerrados o, a veces, incluso sueltos", recuerda. "El ayuntamiento podría habilitar locales municipales para ensayar. Hemos tocado en Olivenza y Miajadas y tienen centros jóvenes con locales acondicionados para tocar música".

El camino ha sido duro pero por fin Ilex ha encontrado estabilidad, aunque no sin sacrificio. "En su día hablábamos con el ayuntamiento y nos informaba de que se estaban haciendo locales de ensayo pero nunca llegaban a completarse. También hablamos con asociaciones de vecinos para arrendar locales pero se negaban cuando les decías para lo que iba a ser. Entiendo a los vecinos pero hay muy pocas opciones para los músicos".