Uno de los secretos de su adiestramiento, confiesa Talavera, reside en la atención individual a los perros. Los pasos a seguir son siempre los mismos. Talavera recibe a la mascota que tiene algún tipo de conducta inadecuada y trabaja solo con ella. Luego introduce al dueño del animal en el aprendizaje y por último incluye a otros perros para comprobar si los conceptos están asimilados totalmente. «Veo al perro y según lo que tenga le hago un presupuesto al propietario. Primero entreno yo solo con él los primeros días, durante 30-40 minutos, y luego se introduce al dueño y también a otros perros», comenta.

Para ello, Talavera tiene dos emplazamientos donde da sus clases. Todos los sábados trabaja en el centro de adiestramiento El Criador, una nave ubicada en el número 6 de la calle Miguel Servet, en el polígono industrial de la Mejostilla. «Damos clases deportivas, de defensa, ocio, mondioring (actividad deportiva donde se combina el trabajo de obediencia, la agilidad y el trabajo de defensa), agilidad, Ipo (deporte canino cuyo objetivo es analizar si el perro muestra los rasgos y características adecuadas en cuanto a obediencia, rastro y defensa requeridos)... etc», explica el adiestrador canino.

Además, durante la semana, de lunes a jueves las clases se imparten por las calles de la ciudad, aunque últimamente el punto de encuentro fijado es la tienda de Talavera, El Criador, justo enfrente del Eroski, en la calle Londres. «Estoy por la mañana y por la tarde, pero la hora punta son las 20.00 horas». Actualmente, Talavera da clases de adiestramiento a más de 50 perros y lo hace en la vía pública por una cuestión muy simple. «Si un perro tiene algún problema tiene que solucionarse en la calle, que es su hábitat. De nada vale adiestrarlo en una parcela si luego va a estar con niños, coches, otros perros, pelotas...», concluye. P. CÓRDOBA