La última epidemia que sufrió Extremadura se localizó precisamente en Cáceres y afectó a un gran número de personas. Se dio entre finales de 1994 y finales de 1995. Fue una epidemia de parotiditis (paperas) por la que se vieron afectadas unas 820 personas de la provincia.

Otra cosa son los brotes epidémicos, ya que para ser considerados como tal basta que se produzcan dos o más casos de una misma enfermedad o problema de salud con relación epidemiológica entre ellos, independientemente de su etiología, infecciosa o no, y que pueda presentar riesgo potencial o real para la salud comunitaria o estar derivados de causa común. Teniendo en cuenta este hecho, el jefe del Servicio de Epidemiología cifra en unos 30 la media anual de brotes que se producen en toda Extremadura. El último que se registró en la región fue hace dos años, de sarampión, y afectó a tan sólo tres personas.

Hoy por hoy, gracias a los avances de la medicina y al fuerte control y vigilancia que se ejerce sobre ellas para evitar su propagación, las enfermedades infecciosas no provocan mucha mortalidad. En concreto, en el año 2001, que es el último que el Servicio de Epidemiología tiene analizado, fallecieron en la provincia de Cáceres 61 personas por enfermedades infecciosas.