Sancho IV de Castilla, conocido con el apodo de ‘El Bravo’, por su carácter violento, nació en Valladolid el 12 de mayo de 1258, segundo hijo del rey Alfonso X ‘El Sabio’ y de la reina Violante de Aragón, fue rey de Castilla del 1284 al 1295. Falleció víctima de la tuberculosis en Toledo el 25 de abril de 1295, nombrando regente a su mujer María de Molina debido a la minoría de edad de su hijo Fernando; se encuentra enterrado en un mausoleo del presbiterio de la catedral de Toledo.

Sancho IV se casó con su tía María de Molina, teniendo siete hijos: Isabel de Castilla, que fue reina consorte de Jaime II de Aragón; Fernando IV de Castilla, que reinó del 1295 al 1312; Alfonso de Castilla; Enrique de Castilla; Pedro de Castilla; Felipe de Castilla y Beatriz de Castilla, reina consorte de Portugal al casar con Alfonso V de Portugal.

Con motivo de la animadversión de parte de la alta nobleza castellana a la política que estaba llevando a cabo su padre Alfonso X ‘El Sabio’, gran admirador de las culturas árabe y judía, y del fallecimiento del heredero al trono, Fernando de la Cerda, que motivó que Alfonso apoyara al hijo de Fernando en lugar de a su propio hijo Sancho como heredero al trono, éste se rebeló contra su padre y llegó a quitarle todos sus poderes.

La villa de Cáceres apoyó a Sancho, sobre todo la familia de los Blázquez a la que en sucesivas visitas que realizó a la Villa se lo agradeció notablemente, frente a ciudades como Badajoz, Sevilla o Murcia que apoyaron al rey Alfonso X.

Después de unos meses de guerra fratricida y cuando se disponían padre e hijo a entrevistarse para llegar a un acuerdo pacífico entre ambos, Alfonso X murió en Sevilla el 4 de abril de 1284.

Sancho IV se coronó en Toledo el 30 de Abril de 1284 y durante todo su reinado tuvo que hacer frente a la defensa del reino frente a las aspiraciones de los Infantes de la Cerda, a continuar la guerra contra los benimerines marroquíes intentando conquistar la zona del estrecho de Gibraltar vital para al corona, a mantener las relaciones diplomáticas con Francia, a apaciguar los deseos de más poder y territorios de la alta nobleza, etc.

En el Archivo Histórico Municipal de Cáceres se conservan varios documentos de esta época que reflejan la relación de la villa de Cáceres con el rey Sancho IV.

El primero de ellos, fechado en Guadalajara el 11 de enero de 1285, es una Carta de Privilegio dada por el rey Sancho IV confirmando a Cáceres la parte de la Carta de Población relativa a la exención de los tributos de tránsito: montazgo, portazgo y peaje, a favor de los pobladores de este término. (Continuará...).