La ley 3/2007 de 23 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, proclama como principio básico la igualdad de trato que supone la ausencia de discriminación directa o indirecta, por razón de sexo y, especialmente, las derivadas de la maternidad, la asunción de obligaciones familiares y el estado civil.

Esta semana pasada llegaron tres mujeres del Magreb a Extremadura con un programa de sensibilización de la Asamblea de Cooperación por la Paz, financiado por la Agencia Extremeña de Cooperación al Desarrollo y el miércoles, día 9, pasaron por la Casa de la Mujer de Cáceres, Nazha, Salwa y Samia, mujeres que luchan ante las certidumbres indebidas de su propia sociedad. No tienen complejo ante esta realidad porque no es la realidad que ellas quieren. Su lucha es contra un enemigo integral, que está en el lenguaje, costumbres, leyes, violencia machista, diferencias...

Hay sociedades que tienen una dolencia gremial que les impide considerar lo establecido como alterable, por la sencilla y egoísta razón de que eso no les beneficia. Es la eterna lucha, más dura cuanto más intolerante es la sociedad de donde vienen. Ellas son independientes y dueñas de sus vidas, algo no generalizado en las mujeres del norte de Africa. Poco a poco, esta situación está mejorando, por un lado por una necesidad de evolución social urgente demandada por la población y por otro gracias al impulso y respaldo de organizaciones como a las que ellas pertenecen.

Las mujeres extremeñas quieren conocer y ellas que se conozca. Como mujeres se sienten afortunadas, ser feminista en un mundo árabe no es fácil y ellas realizan una labor de gran importancia, defendiendo la democracia y la libertad; ya que de donde vienen, muchos siguen creyendo que la mujer es inferior. Ellas luchan porque esto cambie, desde asociaciones feministas y laicas de Marruecos y Túnez.

--¿Sus nombres y a qué se dedican?

--Nazha Alahoui, abogada y representante de la Unión de Acción Femenina por Marruecos (UAF).

Salwa Kennou, doctora en Ciencias Agrónomas y representante de la Asociación de Mujeres Tunecinas por la Investigación y el Desarrollo (AFTURD).

Samia Bouslama, doctora en Medicina y representante de la Unión General de Trabajadores Tunecinos, reconocida con el Premio de la Paz el año pasado, (UGTT).

--¿Qué motivo las ha traído a Extremadura y qué se llevan de ella?

--N: El proyecto 'Ellas Deciden', los derechos de las mujeres en las Primaveras Arabes.

Sal: No conocíamos nada Extremadura y estamos muy contentas de nuestro paso por ella.

Sam: Nos hemos encontrado gente amable, calurosa y acogedora. Nos vamos muy satisfechas de nuestro viaje.

--¿Ven muchas diferencias entre las mujeres españolas o las mujeres del Magreb?

--N: Para mí la diferencia principal es el esfuerzo que hace el Estado por lograr la igualdad. Hay muchas medidas por parte del Estado.

Sal: En Marruecos hay una voluntad, una constitución; pero todavía no lo hemos experimentado sobre el terreno.

Sam: No he encontrado muchas diferencias. Al igual que allí, aquí no hay igualdad real para todos.

--¿Ha habido un antes y un después a raíz de la Primavera Arabe?

--N: El logro más importante en Marruecos es haber conseguido una constitución que ha marcado la cuestión de la igualdad y la paridad.

Sal: Todavía queda luchar ferozmente para hacer aplicar la constitución.

Sam: La llamamos revolución árabe. Estamos en el proceso, que está siendo difícil en el contexto de crisis que vivimos. Creo que vamos a llegar a esa democracia. En ese momento quizá diremos que llegó la Primavera Arabe.

--¿Miran hacia atrás y qué han conseguido?

--N: Que se nos escuche.

Sal: La revolución ha permitido dar a conocer los problemas de base de los tunecinos y tunecinas.

Sam: La libertad de expresión.

--¿Cuáles son sus objetivos más prioritarios en este momento?

--N: Conseguir la instauración de la legalidad y la paridad, que es muy importante. Conseguir que las mujeres lleguen a lugares públicos de poder, eso será vital para que triunfe la igualdad.

Sal: La igualdad económica y llegar a lugares de poder.

Sam: El desarrollo regional y el proyecto de sociedad moderna.

--¿El rol de feminista es difícil en el mundo árabe?

--N: Sí, es difícil luchar desde el feminismo con la remontada de los islamistas. Estamos dentro del movimiento social, no estamos aislados, no hay un movimiento de mujeres solamente. Estamos integrados en las luchas sociales.

Sal: Hay gente que dice: "Ella es feminista, progresista", parece que ser feminista está ligado a un comportamiento que la cultura tunecina no acepta: pero las feministas son las mujeres que trabajan por los derechos humanos, como los más afectados son los de las mujeres; pues trabajamos en eso. Los derechos humanos son para todos, para la mujer también.

Sam: No es fácil trabajar en una sociedad masculina y machista; pero tenemos que luchar para mejorar las cosas y seguir trabajando, sobre todo ahora que tenemos una constitución igualitaria para llevarla a las leyes.