Crecen las quejas entre los familiares de los residentes de la Asistida porque el autobús ya no para en la puerta del edificio. Hasta hace año y medio el transporte público entraba en el recinto de la residencia, pero ahora lo hace en una marquesina instalada fuera, a más de cien metros del centro de mayores. La situación afecta a todos los usuarios aunque, en especial, a los más mayores, que acuden a diario a visitar a sus enfermos. "Es una falta de humanidad", se quejaba ayer José Luis Mariscal, que llegó a este diario para contar su historia.

El tiene ingresada a su suegra, de 93 años. Todos los días va a verla su marido, que tiene la misma edad que ella, pero la distancia a la que se encuentra actualmente la marquesina le impide ir solo. También su hija y esposa de José Luis Mariscal está afectada por esta situación. "Mi mujer se ha cogido una bronquitis por esperar el autobús. Sé que es una cosa que no se puede demostrar, pero ha sido así", señala este cacereño. Y es que a las quejas por la nueva ubicación de la parada se une también el tiempo que tienen que esperar los usuarios hasta que llega el autobús. "El problema es en invierno. Cuando paraba en la puerta esperaban dentro de la residencia hasta que llegaba, ahora tienen que esperar en la calle. La gente mayor lo pasa mal", asegura la cuidadora de una de las residentes del centro.

El ayuntamiento recordó ayer que, una vez que se apruebe el plan de movilidad, la empresa concesionaria del transporte urbano, Subus, está obligada a mejorar el servicio. Sin embargo no aclaró si en esas modificaciones se contempla la de la residencia Asistida. Por otro lado se desconoce la razón por la que se decidió que el autobús dejase de entrar en el recinto. Sí accede, sin embargo, al interior de la cárcel, siguiente parada a la Asistida que efectúa la línea 3, que cubre este trayecto desde la Cruz de los Caídos. "Dicen que había problemas con los árboles y las palmeras porque el autobús chocaba con ellos", señala otra afectada, Angeles Moreno. Esa ha sido, aseguran los usuarios, la justificación que se les ha dado.

RECOGEN FIRMAS Hace unos meses recogieron cerca de medio millar de firmas para exigir que se pusiera fin al problema. Fueron entregadas en el registro del ayuntamiento pero, por el momento, la situación continúa igual. "Los mayores necesitan el autobús por humanidad. Cien metros parecen pocos, pero ellos no pueden con el bastón, las muletas, el paraguas, el aire, la lluvia,...", apostilla Pepi Lozano, también afectada por el autobús.