Lleva al frente de la fundación Caja Extremadura desde 2016. Forjada en el mundo empresarial, sector en el que ha desarrollado su vida laboral, Pilar García Ceballos-Zúñiga (Badajoz, 1960) ha puesto el foco en su mandato en los jóvenes, las mujeres y el mundo rural y ha incorporado el emprendimiento como uno de los pilares de la entidad. Con un 2020 recién inaugurado, ofrece a EL PERIÓDICO EXTREMADURA un balance de estos cuatro años y detalla los retos a afrontar en el ejercicio que arranca.

--¿Qué objetivos que se han conseguido desde la fundación?

--Si hacemos un balance desde 2016 yo creo que lo más importante que hemos conseguido es que lo que antiguamente se conocía como obra social de la Caja Extremadura haya podido reconvertirse en la fundación Caja Extremadura, que es una entidad privada y separada de la actividad bancaria. Hemos sido capaces de que se reconociera como ente independiente.

--En su momento, trazaron tres pilares, el socioeducativo, cultural y emprendimiento.

--Ahí está el segundo hito: redefinir los objetivos de la fundación. Fue en el patronato de diciembre de 2016 en el que se decidieron unos criterios de actuación: que cualquier acción tuviera un impacto a largo y medio plazo y que se beneficiara el mayor número de extremeños. Cualquiera de los planes tenían que llevar como base estos dos criterios. Y ahí definimos tres áreas de actuación, la social, la educativa y la más novedosa, que no existía entonces, el emprendimiento. Queríamos promover actividades que produjeran mayor riqueza en el entorno extremeño. Era un nicho donde la fundación podía aportar valor.

--¿Qué valoración hace con respecto a los planes que se han implementado en estos años?

--Tenemos más de 23 inmuebles ahora mismo, suponen más de 110.000 metros cuadrados que la fundación tiene cedidos en la mayoría para el ámbito educativo y social. Esta es una labor importante que no es muy conocida. Cada año desarrollamos 20 programas con más más de 100 acciones y el 20% de los extremeños se han beneficiado de los programas de la fundación, nuestra ambición es seguir creciendo y aumentando el impacto.

--De todos los planes que se han puesto en marcha, ¿hay alguno del que se sienta especialmente orgullosa?

--Hay una de las cosas de la que me siento muy orgullosa y es la implicación de los patronos en todas las actividades. En el área social, está el proyecto de humanización hospitalaria o el premio de acción social en el que reconocemos a entidades que focalizan su labor en la integración social. A este premio le añadimos en la penúltima edición el área de investigación y ahí hemos descubierto que Extremadura tiene grandes investigadores. Para 2020 hemos decidido abrir una tercera categoría para investigadores jóvenes porque creemos que fomentar la investigación en gente joven es muy importante. En el área cultural y social, tenemos un proyecto de bucles de sonido en los teatros y en el área cultural, el concurso de cuentos infantiles y el certamen obra abierta, con el que ahora vamos a Arco, y en el que recibimos obras de más de 700 artistas y de más 25 países.

--En cuanto al tema del patrimonio, uno de los edificios de la fundación, el Coliseum, será un gimnasio, ¿han recibido alguna oferta similar para otro inmueble?

--De momento el que tenemos es el Coliseum. Es un edificio que estaba cerrado y queríamos algo que fuera beneficioso para la ciudad.

--¿Qué propósitos de año nuevo tiene la fundación?

--Hay un propósito que acordamos en el patronato de diciembre. Este año una de las cosas que nos queremos poner como foco es la colaboración con otras fundaciones y con otras entidades. En los últimos cuatro años hemos redefinido cómo queríamos actuar y ahora creo que si nos unimos a otras fundaciones sumamos, estamos ya empezando a trabajar en ese sentido. Es la novedad de este año.