Los alumnos de la escuela de idiomas aseguran que su paciencia está agotada y no descartan iniciar protestas. Incluso harán huelga a principios del próximo curso si los problemas persisten. La falta de espacio del centro, con doce clases pequeñas para más de 2.000 estudiantes, no permite disponer de ningún servicio educativo, salvo las aulas, ni admitir nuevos alumnos. De hecho, 1.500 personas presentaron preinscripciones para el curso 2002-2003 y sólo han ingresado 700. El resto, 800 aspirantes, casi el 50% de la capacidad de la escuela, se quedaron fuera por la imposibilidad de habilitar más dependencias. La propia directora manifestó hace meses que el centro está colapsado y sólo podrán ingresar tantos como salgan.

Las cifras se repiten cada curso. El equipo docente lleva años demandando soluciones, incluso propuso el traslado a la vieja Escuela de Magisterio (avenida Virgen de la Montaña). Pero los alumnos afirman que en la última reunión con los servicios educativos de la Junta tampoco se ha obtenido respuesta. "No somos prioridad", lamentaron ayer los representantes de los estudiantes, que han iniciado una recogida de firmas.

INFORME DE CARENCIAS

Los alumnos han elaborado un informe detallado donde critican "los déficits" y el "estado lamentable" en el que se encuentra la escuela, donde se imparten cinco idiomas en trece horas de clases consecutivas (de 9.00 a 22.00) para aprovechar al máximo. Está situada en la primera planta del número 6 de Gómez Becerra, edificio que comparte con tres entidades educativas. Sólo tiene doce aulas y cinco departamentos para los profesores, también de escasas dimensiones, tres de ellos separados únicamente por mamparas de vidrio.

Los alumnos no disponen de ningún lugar de reunión, laboratorio de idiomas, sala de estudio o biblioteca (salvo un par de estanterías con libros de préstamo en uno de los departamentos). Existe una sala de audiovisuales que ha tenido que utilizarse como aula ordinaria para evitar la pérdida de 100 estudiantes.

Además, prosigue el informe, el sistema de calefacción es muy antiguo y no funciona correctamente. Durante el invierno, los alumnos de las últimas clases del día tienen que permanecer con los abrigos puestos.

Los estudiantes recuerdan que la escuela expide títulos cada vez más valorados académicamente y en las convocatorias públicas. Desde el centro subrayan que Cáceres tiene universidad y que los idiomas son básicos en la formación. "Sentimos impotencia. Es una vergüenza", lamentan.