Desde que la cárcel cerró sus puertas definitivamente en 2009 mucho se ha especulado sobre su futuro. Años atrás ya se había barajado en un convenio el derribo del edificio para aprovechar el terreno y construir viviendas, un hecho que se descartó más tarde debido a que la prisión cacereña fue incluida en un catálogo de bienes protegidos en el plan de ordenación urbana municipal. Según recuerda el historiador José Hinojosa en un artículo, en 2005, instituciones penitenciarias propuso convertir la cárcel en un centro de inserción social. Un año más tarde juventudes socialistas reclamó que albergara el Espacio de la Creación Joven y se llevó a debate en el pleno de entonces, no obstante, el PP se posicionó en contra «por los elevados costes de mantenimiento» y apeló al acuerdo firmado en los noventa para demolerlo. Este nuevo debate sobre el derribo se trasladó a la ciudadanía hasta tal punto que se creó una plataforma ciudadana bajo el lema de ‘Salvemos la cárcel’. Esa movilización vecinal paralizó la propuesta de derribo y el ayuntamiento presentó un proyecto para adquirir el edificio al gobierno central y construir un palacio de la música con 1,8 millones. La discusión se diluyó durante años aunque volvió a tomar forma cuando se cerró el centro de inserción social. Museo, biblioteca, centro de interpretación o sede de la Ciudad de las Artes. Ninguna llegó a buen puerto. Tantos proyectos fallidos no han desgastado a los vecinos, que han mantenido en el tiempo la reivindicación de la rehabilitación del edificio. GEMA GUERRA