El comercio de la calle Roso de Luna ha tenido en las últimas dos décadas sus momentos altos y bajos. La zona se resintió de forma notable con la apertura del centro comercial Ruta de la Plata y muchos de sus negocios cerraron.

En la actualidad, según los empresarios establecidos en ella, vive un momento dulce y de resurgimiento, con nuevas tiendas y una variada oferta. El hecho de que parte de la calle esté en cuesta es un inconveniente para el tránsito, a pesar de ser peatonal desde hace años.

Sin embargo, tienen puestas sus esperanzas en la ejecución del párking de la plaza Marrón, que convertiría esta calle en la entrada natural a la zona centro de la ciudad.