--La gente se acerca a usted, que responde con abrazos y besos. Parece que el cargo no le transformó, pero ¿ha sentido los efectos del escrache?

--He sentido más el calor de la gente, necesito abrazar, tocar, sentir. Cuando alguien se acerca y me coge la mano o me da un beso, es tan importante para mí que hace que olvide cualquier otra cosa. Dicho lo anterior, también, como es lógico, entiendo el malestar de la gente por la situación actual y entiendo que esté enfadada.

--¿Le ha cambiado mucho la vida en estos dos años?

--Cambia tu vida y la de los que te rodean. Les cambia porque tú estás más ocupada. Es una etapa ilusionante, pero que requiere muchas dosis de generosidad en muchos sentidos.

--¿Se arrepiente del paso dado para ser alcaldesa?

--En absoluto, todo lo contrario, es un privilegio ser la alcaldesa de tu ciudad.

--¿Y de su entrada al Senado?, una decisión por la que ha recibido muchas críticas

--Hay dos alcaldes en esta ciudad que hemos compartido ambas responsabilidades, uno socialista, Juan Iglesias Marcelo, y otro del PP, yo. Creo que la presencia en el Senado siempre reporta beneficios para la ciudad. Juan Iglesias fue una de las personas que más me animó para compaginar ambos puestos. La crítica, que viene sobre todo del PSOE y de IU, ni la comparto, ni la entiendo. En el Senado tienes de la mano a los ministros y a los secretarios de Estado y es fundamental.

--Una de las críticas más rotundas a sus dos años de gobierno es la afirmación de que Cáceres se muere

--Se mueren las personas, no las ciudades, que permanecen. Los que hablan de que la ciudad está muerta hacen daño a este equipo de gobierno, pero no van a poder conmigo. Cuando me llamaban los alcaldes que vienen a la asamblea de las ciudades inteligentes --que se inaugura el lunes-- me decían que Cáceres está de moda. Y es verdad, Cáceres está de moda. Es una ciudad que está en el ámbito nacional e internacional por la cultura y el deporte.

--¿Se volverá a presentar después de estos cuatro años?

--Tengo ilusión de seguir con este proyecto, pero todo tiene su tiempo, ahora me preocupa la gestión de estos dos años que tengo todavía por delante y luego puede pasar de todo.